(Reuters).- Hija del ex presidente Alberto Fujimori, busca por segunda vez convertirse en la primera presidenta de Perú. Aunque tiene un firme apoyo del 30% en las encuestas y una cómoda ventaja sobre su escolta, no lograría la mayoría absoluta de los votos necesaria para consagrarse en primera vuelta.
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Keiko*, de 40 años, carga la cruz de las acusaciones de corrupción y violaciones a los derechos humanos contra su padre, que gobernó durante una década con mano dura.

La mujer de ascendencia japonesa fue primera dama del Perú tras el divorcio de sus padres en 1994 hasta noviembre del 2000, cuando su papá renunció a la presidencia por fax desde Japón.

Algunos peruanos siguen sin perdonar los abusos durante el gobierno de su padre, pero muchos otros recuerdan cómo el mandatario derrotó a los insurgentes izquierdistas de Sendero Luminoso y sentó la base para el crecimiento económico de Perú.

Keiko Fujimori, del partido Fuerza Popular, ha ofrecido disculpas por los “excesos” cometidos durante el gobierno de su padre. Es amiga del libre mercado y la inversión privada.

En el 2006 resultó electa como legisladora un año después de llegar a Perú tras terminar una maestría en administración de empresas en Estados Unidos. Fujimori fue acusada de pagar sus estudios en la Universidad de Columbia con fondos públicos, pero la denuncia judicial no prosperó.

Fue candidata a la presidencia de Perú en las elecciones del 2011 y quedó en segundo lugar en un balotaje con el actual presidente Ollanta Humala.