A pocos días de que venza el plazo del Ejecutivo para la reglamentación de la ley que concede el derecho de licencia a trabajadores con familiares graves, en estado terminal o sufran accidente grave, el abogado laboralista Jorge Toyama sostuvo que “el derecho de ausencia es inobjetable, pero (los 7 días de licencia) no deben ser remunerados”.
En ese caso, argumentó, se debieron usar otras fórmulas como -a criterio del trabajador- tomar los días de ausencia a cuenta de vacaciones, sin goce de haberes o a cuenta de horas extras previo acuerdo con el empleador.
¿Pero esta ley genera sobrecostos para las empresas? Para Toyama, la norma sí genera sobrecostos, pues contempla días de licencia remunerados. “Hay una percepción de que los trabajadores tienen derecho a la licencia y de que toda licencia es pagada”.
Sin previsiones
Asimismo, el especialista criticó que la norma no haya previsto lo que sucedería en caso de que el familiar, finalmente, fallezca. “(El Congreso) saca esta ley olvidándose de un supuesto tan atendible como la licencia en caso de atención por sepelio de familiares”, lamentó.
Tampoco toma en cuenta -mencionó- casos excepcionales para establecer el tope de licencias permitidas durante un plazo determinado, dado a que el familiar puede recuperarse durante un tiempo y, meses después, recaer en gravedad.
Según el laboralista, “la norma ha previsto la licencia médica única en función a que el familiar directo se recupere o fallezca, pero qué sucede en los casos en que la gravedad dura sólo un tiempo.”
Exclusiones
De otro lado, la ley N°30012 sólo considera familiares directos al hijo, padre o madre, cónyugue o conviviente. Pero qué sucede en aquellos casos donde el hermano es el único familiar cercano a esa persona en estado grave, cuestionó.
Otro de los puntos mencionados por la ley es que “los beneficios obtenidos por los trabajadores sobre esta materia, por decisión unilateral o por convenio colectivo, se mantienen vigentes en cuanto sean más favorables a estos”.
Con respecto a ese apartado, el abogado laboralista subrayó que el “convenio individual” y la “costumbre” también debieron ser incluidos para evitar limitaciones en la norma.
Sin diálogo social
Para Jorge Toyama, el Consejo Nacional del Trabajo (CNTPE) debió participar y discutir el contenido de la referida ley, para evitar el deterioro del diálogo social. “(Esta norma) tiene vacíos técnicos lamentables y socava la legitimidad del CNTPE”, finalizó.