(AFP) El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, denunció corrupción y violencia en Venezuela, señalando que la ratificación de la condena contra el opositor Leopoldo López marcó el final de la democracia en ese país.
“Ningún foro regional o subregional puede desconocer la realidad de que hoy en Venezuela no hay democracia ni Estado de Derecho”, escribió Almagro en una carta abierta a López, a quien llamó “amigo”.
“Te soy sincero, en un principio, tras tu detención, no sabía que eras un preso político. El gobierno había convertido la mentira en verdad continental; recién cuando vi la sentencia, asimilé palabra tras palabra la dimensión del horror político que vive tu país”, indicó el jefe del foro regional.
En la misiva de ocho páginas, Almagro resalta el clima de “intimidación” contra opositores en Venezuela y la corrupción de altos funcionarios, y llama a la realización del referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
“En ninguna circunstancia se debe utilizar el poder para impedir que el pueblo soberano se exprese”, manifestó.
Para el excanciller uruguayo, los venezolanos son “víctima de la intimidación”, que se ha convertido en “el signo político gubernamental más tangible” y en “el corolario de una gestión ineficaz de gobierno”.
El gobierno venezolano “procura mantener el poder negando al pueblo la posibilidad de decidir mediante el voto, recurriendo a la violencia contra quienes manifiesten o tienen otras opiniones y sobre quienes votan las leyes”, apuntó.
“Se ha traspasado un umbral, que significa que es el fin mismo de la democracia”.
El pasado 12 de agosto, la justicia venezolana rechazó una apelación de la defensa y confirmó la condena impuesta en septiembre del 2015 a López, por cargos de incitación a la violencia durante protestas contra el presidente Nicolás Maduro en el 2014, que dejaron 43 muertos.
Almagro ha insistido en la realización del revocatorio este año, como exige la oposición venezolana.
A finales de junio, el secretario general denunció la situación venezolana en un demoledor informe ante el Consejo Permanente de la OEA, activando la Carta Democrática Interamericana.
Ese documento faculta a los países de la región a estudiar mecanismos para aliviar el enfrentamiento político en Venezuela. Pero en última instancia contempla la suspensión del país de la organización.