Dubái (Reuters).- Irán ha restado importancia al impacto de las sanciones estadounidenses que entraron en vigor esta semana, pero dijo que las medidas complicarían una resolución de la disputa por su programa nuclear.
Las nuevas sanciones, que entraron en vigor el lunes, están dirigidas contra el comercio con los sectores de envíos marítimos y automotor de Irán, las ventas de oro al país y el manejo de la moneda iraní, el rial, en un nuevo intento por forzar a Teherán a reducir sus actividades nucleares.
En años recientes, Irán ha buscado enérgicamente su desarrollo de tecnología nuclear, que países occidentales sospechan que enmascara sus intentos por desarrollar capacidades para fabricar armas, acusaciones que funcionarios iraníes han negado en reiteradas oportunidades.
“No tenemos dudas de que las sanciones son una política rota y nos sorprende por qué el Gobierno estadounidense y otros gobiernos que participan en estas sanciones repiten continuamente una política errada y fracasada”, dijo el lunes por la noche el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araqchi, citado por el sitio web de la televisión estatal.
“El retiro de las sanciones contaría como una medida para construir confianza y puede ayudar en una solución sobre el tema, pero aumentar las sanciones no tendrá resultados, además de hacer el tema más complejo y difícil de resolver”, agregó.
Las esperanzas por una resolución de la disputa nuclear aumentaron el mes pasado con la elección como nuevo presidente de Hassan Rouhani, un ex negociador nuclear que promete una postura más conciliadora en materias de relaciones internacionales que el actual mandatario de línea dura Mahmoud Ahmadinejad.
Analistas afirman que aún es incierto si Irán con Rouhani como presidente será más susceptible a las exigencias de las potencias mundiales de que detenga su enriquecimiento de uranio más preocupante, a una concentración físil de un 20 por ciento, y que pare las labores en Fordow, una instalación nuclear subterránea donde se enriquece uranio.
El líder supremo Ayatollah Ali Khamenei tiene la última palabra en todas las grandes decisiones en Irán, especialmente sobre el tema nuclear.
La semana pasada, el jefe de la organización de energía atómica de Irán, Fereydoun Abbasi-Davani, dijo que no habría cambios en la producción iraní de uranio enriquecido para producir combustible.
Sin embargo, en una entrevista el martes con la agencia de noticias estatal, el ex jefe de la organización, Gholam Reza Aghazadeh, afirmó que el tema nuclear de Irán está “en el minuto 90” y que tanto países occidentales como Teherán necesitan iniciar negociaciones serias.