AP.- Defensores de los derechos de los inmigrantes han recurrido a las redes sociales y visitan refugios para decirles a los damnificados que viven ilegalmente en Estados Unidos que pongan su seguridad personal por encima de su temor a ser deportados.
El marcado incremento en los arrestos migratorios durante la presidencia de Donald Trump y la estricta ley de Texas en contra de las ciudades que no cooperen con las autoridades federales de inmigración, habían creado un ambiente de intranquilidad incluso antes del azote de Harvey. En Houston hay alrededor de 600,000 personas que viven ilegalmente en Estados Unidos, la tercer mayor cantidad en el país, solo detrás de Nueva York y Los Ángeles.
Un organizador en el Centro de Convenciones George R. Brown, en Houston, obtuvo respuestas mixtas después de pedirles a los evacuados que no se preocupen por los agentes migratorios en las calles durante la crisis, y que le pidan a miembros de su familia que soliciten ayuda federal de desastres en caso de que sean ciudadanos estadounidenses.
Una mujer hondureña le dijo que estaba considerando salir de Estados Unidos junto con sus tres hijos. Una mexicana dijo que tenía miedo de abandonar del enorme refugio improvisado.