Hoy empezó el primer proceso en Europa por el Plan Cóndor, el dispositivo para coordinar la represión de las dictaduras sudamericanas en los años 70 y 80 que permitió la detención, el intercambio y la desaparición de miles de opositores a los regímenes militares.
Los inculpados (un boliviano, 11 chilenos, cuatro peruanos, 16 uruguayos), cuyas edades oscilan entre los 65 y 90 años, han sido acusados de secuestro de persona y homicidio múltiple agravado y corren el riesgo de ser condenados a cadena perpetua.
El fiscal italiano Giancarlo Capaldo, a cargo del caso, abrió las investigaciones hace más de quince años a raíz de las denuncias presentadas por los familiares de italianos desaparecidos.
La justicia italiana había ordenado hace unos cinco años la detención de 140 ex militares y civiles con conexiones con las dictaduras de la región, pero debido a problemas burocráticos para entregar la notificación y la muerte de varios representantes de los gobiernos militares el número de acusados disminuyó. Los imputados serán juzgados en ausencia y a pedido de las autoridades de Uruguay, país que se constituyó como parte civil.