(Bloomberg) Hillary Clinton y Donald Trump respondieron algunas de las principales preguntas relacionadas con sus candidaturas a la presidencia el miércoles por la noche. La demócrata Clinton defendió su manejo del material confidencial durante su gestión como secretaria de Estado y el republicano declaró que tenía la experiencia y el buen juicio necesarios para ser comandante en jefe.

Los candidatos realizaron apariciones consecutivas en un foro sobre temas militares que tuvo lugar en Nueva York y fue organizado por NBC News y los Veteranos de Irak y Afganistán de los Estados Unidos, un grupo de defensa de derechos, en tanto la seguridad nacional ha pasado a primer plano en la campaña.

Al abordar una de las principales líneas de ataque que utilizó Trump –que la forma en que Clinton utilizó el sistema privado cuando era secretaria de Estado puede haber comprometido la seguridad nacional-, la candidata demócrata señaló que ninguno de los correos electrónicos enviados a través de su servidor privado tenía encabezados de “ultrasecreto” o “clasificado”. También dijo que no hay pruebas de que su sistema hubiera sido hackeado.

Reiteró que su uso de un sistema de correo electrónico privado fue un error. “Fue algo que no se debería haber hecho”, dijo Clinton.

Las respuestas de Clinton en el foro fueron correctas respecto de algunos detalles específicos de lo que los investigadores descubrieron pero omitió otras conclusiones significativas del FBI, que calificó su manejo del material sensible de “sumamente descuidado”.

La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) descubrió que Clinton había enviado o recibido repetidas veces material rotulado como “confidencial”, lo que implica un grado inferior de reserva, pero que se define como información que “razonablemente podría esperarse que cause perjuicios a la seguridad nacional”. La candidata también dijo en su entrevista con los investigadores que no conocía el significado de algunas de las clasificaciones que se utilizan comúnmente para identificar la información sensible.

Experiencia empresarial
Trump aseguró que su experiencia en los negocios, que incluye transacciones internacionales, le proporciona los antecedentes necesarios para asumir la función de presidente. Desechó las preguntas sobre su temperamento.

“Tengo muy buen juicio. Tengo buen juicio. Sé lo que pasa”, dijo Trump. Criticó a Clinton por decir que él estaba a favor de la invasión de 2003 a Irak. “Estaba totalmente en contra de la guerra de Irak”.

En por lo menos dos entrevistas antes de la guerra, Trump no habló claramente contra el conflicto. En una de 2002, la figura de los medios Howard Stern le preguntó si estaba a favor de la inminente invasión y Trump contestó: “Sí, supongo que sí”.

Mostrando un giro en su postura en otro tema importante en la campaña, Trump declaró que estaría abierto a permitir que las personas indocumentadas que presten servicio en las fuerzas armadas adquieran estatus legal.

“Cuando alguien presta servicio en las fuerzas armadas, es una situación muy especial y veo posible que yo aceptara eso, decididamente”, dijo Trump cuando se le preguntó si estaría a favor de permitir que alguien que planee prestar servicio en las fuerzas armadas viviera en los Estados Unidos de forma legal.

“Tenemos que ser muy cuidadosos, tenemos que estudiar cada caso con mucho cuidado”, añadió. “Pero la respuesta es que sería una circunstancia muy especial”.

Esas apariciones, en segmentos de 30 minutos cada una, para responder las preguntas del moderador Matt Lauer, miembros de las fuerzas armadas y veteranos del público, son un preludio del primer debate de las elecciones generales, programado para el 26 de setiembre. Dado que las últimas encuestas nacionales muestran que Trump ha reducido la distancia que lo separaba de Clinton, ese debate adquiere más importancia para los candidatos, que tratan de incidir en la competencia antes de la votación del 8 de noviembre.