(AFP) Hillary Clinton arremetió este jueves como pocas veces antes contra su probable rival en la carrera presidencial de Estados Unidos, Donald Trump, al tachar sus ideas de política exterior de “peligrosamente incoherentes” y afirmar que no es apto para gobernar el país.
“No tiene un temperamento apto para ostentar un cargo que requiere sabiduría, estabilidad, y una inmensa responsabilidad”, afirmó Clinton en un discurso especialmente ofensivo en San Diego (California), aumentando la retórica de la ya cáustica campaña.
“Es alguien que nunca debería tener los códigos nucleares”, señaló la exsecretaria de Estado, tras enumerar la postura de Trump acerca de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Rusia y Corea del Norte.
Con frases cortas y punzantes, tono mordaz y sarcástico, la exsecretaria de Estado de 68 años cortó en pedazos al magnate inmobiliario, fustigando a un candidato que “no entiende ni Estados Unidos ni el mundo” y no es apto para sustituir a Barack Obama en la Casa Blanca en enero del 2017.
A mes y medio de las convenciones de los partidos Demócrata y Republicano, Clinton y Trump son prácticamente los candidatos respectivos de esas agrupaciones para las elecciones del 8 de noviembre.
Clinton, que también fue senadora y primera dama, aspira a ser la primera mujer presidente de Estados Unidos.
Trump -un hombre de negocios sin ninguna experiencia política- dejó por el camino a 16 rivales republicanos mucho más avezados y ya tiene suficientes delegados para garantizar su nominación presidencial.
Agua y aceite
Pero en el camino, Trump se ha puesto al margen de muchos puntos de la doctrina en política exterior de los dos grandes partidos políticos.
Cuestiona la utilidad de la OTAN, ha expresado admiración por el presidente ruso Vladimir Putin y el líder norcoreano Kim Jong-un y se mostró abierto a una proliferación de armas nucleares.
Clinton se burló de su rival, al que pintó como un inexperto de piel sensible, y expresó incredulidad ante las posiciones del candidato republicano.
“Le dejaré a los psiquiatras explicar su afecto por los tiranos”, dijo, al tiempo que, como lo hace habitualmente en sus discursos, intentó exponer su manejo de los asuntos planetarios.
“Aunque no sea candidata, haré todo lo posible para asegurarme que Donald Trump no sea jamás presidente porque estoy convencida de que llevaría a nuestro país por un camino peligroso”, afirmó.
Los estadounidenses escogerán entre “una América del miedo y una América de la confianza”, manifestó Clinton.
El acalorado discurso de Clinton fue otro abrebocas de lo que se anticipa como una de las más agresivas elecciones en la historia reciente de Estados Unidos, dos candidatos como agua y aceite como pocas veces vistos.
Mientras hablaba, Trump recurrió a su medio favorito, Twitter, criticando el “¡mal desempeño de la tramposa Hillary Clinton!”.
“Está leyendo mal del teleprompter. Ni siquiera luce presidenciable”, añadió.
Con un discurso sobre política exterior, Clinton intenta llevar su pugna con Trump a un terreno seguro, según Geoffrey Skelley del Centro de Políticas de la Universidad de Virginia.
“Ella definitivamente se luce ante Trump en temas de seguridad y política exterior”, comentó Skelley.
“Es algo que ella cree que será un factor importante al final de su triunfo, que la gente decidirá que -aunque no estén seguros de Clinton- ella es la opción más segura”, añadió.
Militares y republicanos
Pero primero Clinton debe terminar de clausurar la primaria del partido Demócrata que resultó mucho más ajustada de lo previsto por la conexión de su rival, el senador Bernie Sanders, con los jóvenes y la clase trabajadora.
Clinton inició este jueves una ofensiva final para tratar de ganar categóricamente la primaria de California, el 7 de junio, que definitivamente dejaría fuera de la carrera a Sanders.
De su lado, Trump obtuvo este jueves, después de semanas de conversaciones, el apoyo del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan.
Pero a la par, muchos miembros del partido que se jactan de la tradicional postura republicana centrada en la seguridad nacional, se resisten a una presidencia de Trump.
Muchos de los mensajes de Clinton estuvieron dirigidos justamente a votantes militares y del establishment republicano, cuyo número es considerable en estados claves como Virginia y Carolina del Norte.
“Imaginen a Donald Trump en la sala situacional tomando decisiones de vida o muerte en representación de Estados Unidos. Imagínenlo decidiendo si enviar a sus maridos o hijos a la guerra “, dijo al público en San Diego.