En un comunicado de prensa, Greepeace negó que, en la realización de su protesta en las Líneas de Nazca, hayan ocasionado algún perjuicio al patrimonio cultural.
En su pronunciamiento, la organización destacó su historia de “40 años de activismo pacífico” y expresó su preocupación por “cualquier ofensa moral que se haya podido hacer al pueblo peruano”.
“La protesta pacífica de Greenpeace en el área de las líneas de Nazca fue para evidenciar los impactos del cambio climático y honrar el legado histórico de este pueblo que aprendió a convivir con el ambiente sin afectarlo”, señaló el abogado especialista en Derecho Ambiental y Pueblos Indígenas, Henry Carhuatocto. “En consecuencia, al no haber afectación real al patrimonio cultural no se configura ningún ilícito”.
Greenpeace se está acercando a las autoridades competentes para ofrecer las explicaciones del caso, brindar las razones y detalles de la protesta, y aclarar lo realmente acontecido en las líneas de Nazca.