(AP).- El presidente de Grecia inició hoy el proceso para la convocatoria de elecciones anticipadas pidiendo a los líderes de la oposición que formen un nuevo gobierno, un día después de que el primer ministro, Alexis Tsipras, presentase su dimisión y convocase elecciones anticipadas el próximo mes para lidiar con una rebelión en su partido por el acuerdo del tercer rescate a Atenas.
Pero la oposición tiene pocas posibilidades de unirse para formar gobierno tan pronto, lo que supone que tras más de cinco años inmersa en una crisis financiera que empeora con el tiempo, Grecia parece encaminarse a sus quintas elecciones en seis años. Aunque Tsipras es el principal favorito para ganar en las urnas, si no logra mayoría absoluta se vería forzado a formar una compleja coalición que podría mermar su capacidad de gobierno en el largo plazo.
Legisladores de línea dura del partido radical de izquierdas de Alexis Tsipras anunciaron ayer que abandonan Syriza e integrarán su propia formación, que se convertirá en el tercer mayor grupo del Parlamento.
Funcionarios del gobierno saliente dicen que la fecha más probable para los comicios es el 20 de septiembre, menos de ocho meses después de que Tsipras ganara las elecciones con la promesa de luchar contra las exigencias de los acreedores de recortar el gasto y subir impuestos, premisas que más tarde aceptó para asegurar el tercer rescate a Atenas, con la economía nacional al borde del colapso.
El presidente del país, Prokopis Pavlopoulos, se reunió hoy por la mañana con el líder del partido conservador Nueva Democracia, Evangelos Meimarakis, y le pidió que intente formar un nuevo gobierno. Meimarakis tiene tres días para buscar socios para una coalición antes de devolver el mandato, que pasaría entonces al tercer grupo parlamentario — la nueva formación escindida de Syriza. Esos 25 legisladores, que se harán llamar Unidad Popular, están liderados por el ex ministro de Energía, Panagiotis Lafazanis.
Al anunciar su dimisión en un discurso televisado ayer en la noche, Alexis Tsipras dijo haber logrado el mejor acuerdo posible con el paquete de rescate de la eurozona de US$ 95,000 millones a tres años, que salvó a Grecia de una desastrosa salida del euro.
El cambio de postura de Tsipras al aceptar las demandas de los acreedores del país indignó a los más radicales de su partido Syriza, que paralizó su coalición. Casi uno de cada cuatro legisladores de la formación se negaron a respaldar el acuerdo en una votación en el Parlamento la semana pasada, que salió adelante gracias al apoyo de la oposición.
Los acreedores europeos de Atenas no parecían sorprendidos por la decisión de Tsipras, que era ampliamente esperada. Pero la agencia de calificación Moody’s advirtió en un comunicado que el adelanto electoral “potencialmente, pone en riesgo los futuros desembolsos (del rescate)”.
Tsipras había retrasado la decisión sobre la convocatoria a las urnas hasta que Grecia recibiera el primer pago del rescate y abonase parte de su deuda al Banco Central Europeo. Ambas cosas sucedieron el jueves.
“Ahora que este ciclo difícil ha terminado… siento la profunda obligación moral y política de dejar a su juicio todo lo que he hecho, tanto lo bueno como lo malo, los logros y las omisiones”, dijo en el discurso. “El mandato popular que recibí el 25 de enero ha agotado sus límites”.
El primer ministro ha dicho que la aceptación de los términos era la única manera de asegurarse de que el país permaneciera en la zona euro, lo que según las encuestas de opinión es lo que la gran mayoría de la población quiere.
Si Tsipras gana las elecciones, un nuevo mandato le permitirá alejarse de los disidentes de su partido, algunos de los cuales han abogado públicamente por salir del euro y regresar al dracma.