Reuters.- El gobierno de España lamentó la expropiación de las empresas eléctricas del grupo español Iberdrola en Bolivia.
Mediante un comunicado, emitido por el Ministerio de Exteriores el sábado, dijo que espera que los accionistas de las empresas afectadas recibieran una “justa indemnización” tras un proceso de evaluación realizado “con criterios exigentes de objetividad”.
“Esta decisión del gobierno boliviano recae sobre unas compañías que prestaban el servicio público de distribución de electricidad y que nunca antes habían pertenecido al Estado boliviano”, dijo el comunicado.
El ministro de Hidrocarburos y Energía de Bolivia, Juan José Sosa, afirmó que el Gobierno reconocía la buena calidad del servicio de las filiales de Iberdrola, aunque apuntó que éstas atendían sólo a las tres ciudades y no a sus capitales provinciales y zonas rurales.
“Podemos decir que el servicio eléctrico que prestaba Electropas (la filial de Iberdrola en La Paz) era excelente, óptimo, pero el problema estaba en el mal servicio en las provincias”, afirmó, anunciando que el servicio nacionalizado pasará a manos de la estatal Ende.
Sosa dijo que uno de los primeros objetivos de la nacionalización será la rebaja de las tarifas eléctricas en las áreas rurales de los departamentos de La Paz y Oruro, donde operaban decenas de pequeñas empresas y cooperativas cuyo futuro no estaba claro.
Las tarifas domiciliarias de electricidad en La Paz promedian 9 centavos de dólar el kilovatio/hora, pero en las áreas rurales vecinas son hasta cuatro veces más altas.
COBEE, la antigua empresa privada matriz de las distribuidoras nacionalizadas, mantiene por ahora su negocio de generación eléctrica en La Paz.