(AFP) Gases lacrimógenos y piedras en lugar de playa y una bebida fría bajo el sol del Caribe. El asueto de Semana Santa en Venezuela transcurre con violentas protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
“¿Descansar en Semana Santa? Sí estamos cansados… Pero cansados del gobierno, cansados de pasar hambre, cansados de ir a la farmacia y no conseguir una medicina. Vamos a resistir. Yo me quedo aquí”, declaró a la AFP un manifestante con el rostro cubierto, junto a un árbol derribado que, en llamas, bloqueaba una vía del este de Caracas.
Prefirió no revelar su nombre: “Soy estudiante”, se limitó a decir.
La oposición realizó este lunes su quinta protesta en Caracas en lo que va de abril, que al igual que las anteriores terminó en disturbios. Grupos de jóvenes respondieron con piedras y botellas a las bombas lacrimógenas y balas de goma disparadas por los cuerpos de seguridad para disolver las movilizaciones.
“¿Cómo es que se les llama a los que odian las navidades? ¡Los ‘grinch’! Son los ‘grinch’ de la Semana Santa”, dijo Maduro durante su programa dominical.
“¡Hay Semana Santa! No nos han podido quitar la Semana Santa y no podrán”, clamó.
En una aparición en la televisora gubernamental, el ministro de Interior, Néstor Reverol, afrimó que los opositores que protestaban durante la Semana Santa habían asumido “el papel de anticristo”.
“Sectores extremistas promueven hechos de violencia en los días en que nuestro pueblo celebra el asueto de Semana Santa, asumiendo así el papel de anticristo, pretendiendo arrebatarle a los venezolanos su derecho a la paz”, expresó Reverol.
Venezuela es famosa por sus paradisíacas playas. A solo 45 minutos de viaje por carretera, los caraqueños tienen costa.
El que se cansa, pierde
El pasado 3 de abril, Maduro extendió de dos a cinco días el feriado de Semana Santa para los funcionarios públicos, en plena controversia con la Organización de Estados Americanos (OEA), que ese día declaró una “grave alteración” del “orden democrático” en el país.
“Debemos aprovechar los días libres para salir en masa a las calles y defender nuestros derechos”, declaró a la AFP Carla Tovar, abogada de 26 años que protestaba con una gorra con el tricolor venezolano.
Las protestas se desataron por fallos con los cuales el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se adjudicó las funciones del Parlamento, de mayoría opositora, y dejó sin inmunidad a los diputados. Los dictámenes fueron anulados parcialmente tras un fuerte rechazo internacional.
“¡Calle, calle, calle sin retorno!”, coreaba un puñado de manifestantes que huía de una lluvia de gases en la capital.
“Hay que seguir en la calle. El que se cansa, pierde”, sostuvo Yelitza Herrera, de 39 años, que marchó acompañada por sus dos hijos adolescentes.
Palmas gaseadas
Los ‘Palmeros de Chacao’ suben cada año al cerro El Ávila -emblemática montaña de Caracas- para bajar con palmas el sábado previo al Domingo de Ramos. Es una de las tradiciones que abre la Semana Santa caraqueña.
Pero este año los palmeros se encontraron frente a la Iglesia de San José de Chacao, su punto de llegada, con una nube de gases lacrimógenos lanzados por la policía contra manifestantes.
“Venimos con una palma bendita para el Domingo de Ramos y nos atropellan así. ¿Hasta cuándo?”, protestó llorando una abuela en un video difundido por la prensa.
Dirigentes opositores como el excandidato presidencial Henrique Capriles, inhabilitado el viernes último para ejercer cargos públicos por 15 años, han advertido que las protestas continuarán. “No habrá descanso”, dijo.
Para el próximo 19 de abril, la oposición convocó a una jornada que el vicepresidente del Legislativo, Freddy Guevara, calificó como “la mamá de todas las marchas”. Ese día el chavismo también movilizará a sus partidarios hacia el centro de Caracas.