(Reuters) Centenares de trabajadores de la Fiscalía venezolana salieron a la calle para respaldar a la jefa del organismo, Luisa Ortega, de militancia chavista pero actualmente enfrentada al presidente Nicolás Maduro.
“Fuerza, Luisa Ortega. La apoyamos en defensa de la Constitución y los derechos humanos”, se leía en una pancarta que llevaba uno de los empleados, que se concentraron frente a la sede principal de la Fiscalía, en el centro de Caracas.
“Merecemos vivir bien, sin zozobra, sin sobresaltos, sin angustias, sin que nos estén amenazando (…), y hasta mi último aliento estaré trabajando para garantizar el respeto a la Constitución”, dijo Ortega en un breve discurso ante sus funcionarios.
Manifestantes opositores se unieron al grupo entre consignas contra Maduro y su convocatoria a una Asamblea Constituyente.
En la movilización participó además el esposo de la fiscal, el diputado chavista Germán Ferrer.
Ortega, que abrió una grieta en el oficialismo en medio de una ola de protestas opositoras que deja 73 muertos en 80 días, presentó varios recursos legales contra la Constituyente ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
La fiscal alega que el llamado debió validarse en referendo y que la mecánica planteada para la elección de los asambleístas el próximo 30 de julio, es ilegal. Solicitó además al TSJ autorizar un juicio contra ocho de sus magistrados.
Cada una de sus acciones ha sido desestimada por la corte, calificada por la oposición como “el bufete” jurídico del gobierno.
“Somos chavistas y estamos defendiendo la Constitución de los ataques del gobierno de Maduro, que se dice chavista y está violando la Constitución impulsada por Hugo Chávez”, dijo a la prensa durante la concentración Nicmer Evans, integrante de Marea Socialista, agrupación de seguidores del fallecido expresidente que ahora se oponen a Maduro.
“Esto no es socialismo, esto no es revolución, Maduro es un traidor”, agregó.
Pero desde una tarima instalada en el lugar para una posterior concentración oficialista, partidarios del mandatario le expresaron su respaldo. “¡Asesinos! ¡Asesinos!”, les gritaban a los trabajadores de la Fiscalía.
Altos funcionarios gubernamentales tildan a Ortega de “traidora” y la acusan de favorecer a manifestantes antigubernamentales en las investigaciones de los hechos de violencia registrados durante las movilizaciones, por los cuales se responsabilizan mutuamente gobierno y oposición.
El pasado viernes, el parlamentario chavista Pedro Carreño pidió al máximo tribunal venezolano que autorice enjuiciar a Ortega por “mentir” en el ejercicio de sus funciones.