En octubre del 2007, el exvicepresidente de Petroperú Miguel Atala Herrera dejó constancia en un cuestionario entregado a la Banca Privada d’Andorra (BPA) de su intención de depositar hasta US$ 10 millones.
Según documentos mostrados por El País de España, el exfuncionario, quien ya fue acusado en setiembre de haber recibido US$ 900,000 de parte de Odebrecht, desde una cuenta de dicho banco, justificó, en aquel momento, que el dinero procedía de supuestos negocios agrícolas, inmobiliarios y textiles.
Añadió que pretendía cobrar a través de este banco del principado una comisión “de unos inversores brasileños”.
Atala no es el único sobre el que pesan nuevas denuncias (ver recuadro).
Tiempos de dinero
Atala Herrera, hoy prófugo de la justicia, manejó entre el 2007 y el 2013 una cuenta en la BPA donde también figuró como autorizado uno de sus hijos, Samir Atala Nemi.
Petroperú firmó en el 2011, cinco meses después de la salida de la empresa de Atala Herrera, un acuerdo con la filial de Odebrecht Braskem para estudiar la ejecución de una planta petroquímica de US$ 3,000 millones.
*Los otros detalles *
Atala Herrera colocó como beneficiario junto a su hijo a la sociedad Ammarin Investment Inc creada dos meses antes en Panamá.
Pese a todas las precauciones que tomó, el banco advirtió la condición de funcionario público de su cliente. “Aparece como persona políticamente expuesta por ser el presidente del Comité de Auditoría y Control de Petroperú desde el 15 de septiembre del 2010”, recoge un documento interno del banco de abril del 2013.
Es entonces que el exdirectivo, se esforzó por presentarse ante la BPA como un cliente y empresario ejemplar. Incluso, llegó a entregar a la entidad andorrana una carta de recomendación firmada por un ejecutivo del Intercredit Bank de Miami. “Durante 14 años, Intercredit Bank ha prestado al señor Atala y a sus empresas varios servicios bancarios…”, recogió esta misiva fechada en septiembre del 2011.
El escrito destaca la “integridad personal” del exvicepresidente de la petrolera.
No obstante, el propio banco mantuvo las cautelas sobre Atala Herrera. “Puede que pudiera haberse apropiado de dinero público”, avisó la BPA.