(Bloomberg) El asistente que maneja las cuentas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en redes sociales fue reprendido después de que se encontró que uno de sus propios tuits violaba una ley que prohíbe a los empleados federales usar sus puestos para participar de actividad política.
En un tuit de abril, Dan Scavino, un antiguo empleado de Trump adentro del círculo íntimo del presidente, alentó un desafío en elecciones primarias al congresista Justin Amash, un republicano de Michigan que se opuso a la primera versión de la legislación respaldada por el presidente en contra de Obamacare.
Amash “es una gran carga”, dijo Scavino en el tuit. “#TrumpTrain, derrótenlo en la primaria”.
El tuit atrajo la condena bipartidista. Richard Painter, el exconsejero principal en ética de George W. Bush, dijo que Scavino habría sido despedido en la anterior Casa Blanca republicana.
La publicación fue reportada a la Oficina de Asesoría Especial de EE.UU. (OSC, por su sigla en inglés), que monitorea las violaciones a la Ley Hatch, que restringe la actividad política con recursos gubernamentales, por Citizens for Responsibility and Ethics in Washington, una organización de control ético, (CREW).
Scavino recibió una carta de advertencia y recibió asesoría de los abogados de la Casa Blanca después de la infracción, según una carta que CREW recibió sobre la queja y fue publicada el viernes.
“Las reglas son claras en que a los funcionarios del gobierno no se les permite usar su posición para actividad de la campaña”, dijo el presidente ejecutivo de CREW, Noah Bookbinder, en un comunicado.
“La OSC ha dejado claro con esta decisión que van a hacer cumplir estas importantes reglas y trabajar para mantener al gobierno libre de política inapropiada”, dijo.
La OSC dijo que no había observado más violaciones por parte de Scavino desde el tuit sobre Amash, pero que el director de redes sociales había sido advertido de que futuras violaciones no serían vistas como inadvertidas.
Desde la controversia, Scavino ha quitado fotos de la Casa Blanca de su cuenta personal de Twitter, que ya no hace referencia a su empleo dentro de la administración.
El presidente decide en última instancia los castigos por infracciones a la ley Hatch, lo que significa que si Scavino comete alguna violación de las reglas en el futuro, será Trump quien decida su destino.