Nueva York, Estados Unidos (Reuters).- Inmersos en una ajustada carrera a la que le quedan menos de tres semanas, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama , y el candidato republicano Mitt Romney se tomaron un descanso para intercambiar bromas en una cena benéfica a la que acudieron ambos el jueves.
Dos días después del tenso debate en el que hubo un duro intercambio de acusaciones, Obama y Romney se saludaron afectuosamente, vestidos formalmente.
Pero la combatividad de la campaña se mantuvo presente en los discursos que pronunciaron durante la edición número 67 de la cena de la Fundación Alfred E. Smith Memorial.
Romney, que habló primero, dijo que Obama, que quiere subir los impuestos a los más adinerados para ayudar a financiar los programas públicos, tuvo que tener alguna duda al ver a los asistentes a la cena. “Te tienes que preguntar qué está pensando: Tan poco tiempo, tanto que redistribuir”, afirmó.
Obama, por su parte, hizo bromas sobre la fortuna de Romney. “Antes fui de compra a algunas tiendas en Midtown. Creo que el gobernador Romney fue a comprar algunas tiendas en Midtown”, señaló.
La cena Al Smith es un glamuroso acto que tiene lugar en el hotel Waldorf-Astoria en el que la alta sociedad neoyorquina cenó langosta y cordero y contribuyó con cinco millones de dólares a varias organizaciones benéficas infantiles.
Obama y Romney, que el lunes se enfrentan en el tercer y último debate en Florida, se sentaron casi juntos, separados solo por el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York que intervino en las convenciones republicana y demócrata del verano.
En la cena los presidentes y candidatos suelen mostrar sus habilidades cómicas, incluso tomándose el pelo a sí mismos. Obama se refirió a su floja actuación en el primer debate el 3 de octubre y dijo que se estaba muy descansado por “la agradable y larga siesta que tomé en el primer debate”.
Romney afirmó que se preparó “dejando el alcohol durante 65 años”. Los mormones practicantes como el ex gobernador de Massachusetts no toman alcohol.
Obama, que suele presumir de haber ordenado la misión en la que comandos especiales estadounidenses mataron al líder de Al Qaeda Osama bin Laden en el 2011, destacó que el último debate será sobre política exterior.
“Les aviso, voy revelar la trama: ¡Eliminamos a Bin Laden!” bromeó.
Si algo tuvieron en común, fue su capacidad para tomarle el pelo al vicepresidente Joe Biden, un habitual de las meteduras de pata.
Obama dijo que en ocasiones, ante los comentarios de que se está haciendo mayor y perdiendo capacidades, le dice: “Tranquilo, Joe, estoy intentando dirigir una reunión del Gobierno”.