Bloomberg.- Las empresas francesas se están preparando sigilosamente para lo peor en medio de la creciente posibilidad de que Marine Le Pen o Jean-Luc Mélenchon pudieran ganar la presidencia gracias a propuestas de erigir barreras comerciales y potencialmente salir del bloque monetario del euro.

Una empresa industrial con sede en París podría considerar trasladar su sede a Londres en el caso de una victoria de Mélenchon, dijo su máximo responsable, quien pidió no ser identificado. El responsable de otra compañía, una de las más grandes del índice referencial CAC-40, dijo que los directivos están elaborando un plan B en caso de que gane Le Pen, si bien no quiso dar detalles. Aramis Auto, empresa de venta de automóviles con sede en París, se ha asegurado de que pueda soportar un repliegue bancario.

“Garantizamos nuestras líneas de crédito con nuestros bancos hace unas semanas para continuar financiando el negocio”, dijo Guillaume Paoli, máximo responsable de Aramis, que vende 32,000 autos al año en Francia con un equipo de unos 30 agentes multilingües que compran vehículos por toda la Unión Europea. “Es difícil hacer una lista de las medidas que se deben adoptar” en el caso de una victoria de Le Pen o Mélenchon, dijo.

Las encuestas se han ceñido antes de la primera ronda de votación del domingo, por lo cual un enfrentamiento el 7 de mayo entre Le Pen, del Frente Nacional de extrema derecha, y Mélenchon, respaldado por los comunistas, se ha vuelto una posibilidad más factible que nunca.

Una victoria de uno u otro podría causar un desplome del euro y de los bonos del Gobierno francés, perjudicando a bancos y aseguradoras que son grandes propietarios de deuda soberana. Mientras grandes empresas francesas que hacen ventas a nivel internacional se beneficiarían inicialmente de la moneda más débil, la perspectiva de un creciente proteccionismo o impuestos más altos podría afectar a las empresas y los precios de las acciones.

Aunque los negocios generalmente no hablan públicamente sobre los preparativos para evitar enajenar a clientes y funcionarios gubernamentales, muchos están buscando maneras de mejorar su disponibilidad de efectivo mediante la emisión de más deuda por períodos más largos, o aumentando sus coberturas contra oscilaciones cambiarias, según una persona familiarizada con el asunto.

“La filosofía económica de los dos candidatos es muy similar; son antiempresas”, dijo Jean-François Buet, presidente de FNAIM, un grupo sectorial para corredores de propiedades residenciales. “No nos atrevemos a pensar en un duelo entre Marine Le Pen y Jean-Luc Mélenchon en la segunda ronda, porque eso sería una catástrofe en términos de la economía”.

La campaña se ha convertido en una contienda entre cuatro candidatos, en la cual Le Pen y el independiente Emmanuel Macron llevan una ligera ventaja sobre François Fillon, de los republicanos de centroderecha, y Mélenchon, según la encuesta agregada de Bloomberg sobre la intención de voto.

“Algunos de los que querrían irse, por ejemplo, podrían trasladar su oficina central a Holanda, pero es un cambio importante y no se puede hacer en pocas semanas”, dijo Pierre de Lauzun, director de la Asociación Francesa de Mercados Financieros, que representa a 140 corredores de bolsa y firmas de valores. “Una empresa no puede cambiar rápidamente su conjunto de propiedades, sus plantas, clientes y proveedores”.

Sin embargo, una victoria de Le Pen o Mélenchon tendría un efecto inmediato, dijo Paoli, el director general de corretaje de automóviles.

“Inmediatamente dejaríamos de invertir, suspenderíamos los gastos discrecionales, los aumentos salariales y la contratación de personal”, dice Paoli. “Adoptaríamos una postura expectante”.