Washington, (AFP).- Varios temas centrales de la política en Estados Unidos, como el cambio climático y la relación con Israel, fueron completamente ignorados por los aspirantes a la Casa Blanca, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, durante su último debate presidencial el miércoles.

Israel
Ni una sola palabra fue dicha sobre la alianza entre Israel y Estados Unidos, una relación esencial en la política exterior estadounidense, a pesar de que, según el programa de este tercer debate, debía ser discutida.

Durante la visita del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Nueva York, Donald Trump prometió que si es elegido presidente reconocerá a Jerusalén como “la capital indivisible del Estado de Israel”. Clinton, por su parte, dijo estar a favor de una solución de dos Estados y de negociaciones directas entre israelíes y palestinos.

El clima
Después de China, Estados Unidos es el país que más carbono emite a la atmósfera y hace pocas semanas ratificó el acuerdo mundial sobre el clima. Sin embargo, ni Trump ni Clinton tocaron el tema del clima durante el debate.

Trump ha prometido que, de ser presidente, anulará el compromiso de su país con este acuerdo, que es fruto de las negociaciones de la conferencia del clima en París COP21.

En una carta abierta al candidato republicano, 400 científicos, entre ellos 30 premios Nobel, advirtieron que una tal decisión tendría consecuencias “severas y durables para el clima de nuestro planeta y para la credibilidad internacional de Estados Unidos”.

En marzo, durante su campaña, mientras hablaba sobre las energías renovables, Clinton dijo que dejaría a “muchos mineros desocupados”, una frase que Trump utilizó para aprovechar el descontento en las regiones mineras.

Política exterior
Los candidatos no hablaron del acuerdo nuclear con Irán, a pesar de que Donald Trump no ha parado de prometer que piensa deshacer este compromiso que considera “catastrófico”.

Varios aspectos de la política exterior de Barack Obama tampoco fueron discutidos, tal como la reanudación de relaciones diplomáticas con Cuba, que fue muy criticada por los republicanos durante las elecciones primarias.

Otros ejemplos son el conflicto en Yemen, donde recientemente Estados Unidos respondió a tiros contra sus buques de guerra en el mar Rojo, y las pruebas de misiles de Corea del Norte.

Educación, empleo y justicia
Los grandes asuntos económicos y sociales que suelen dominar los debates entre aspirantes a la Casa Blanca solo fueron tratados de manera superficial. “La causa de los niños y de las familias la he transformado en la obra de mi vida”, procalmó Hillary Clinton sin decir, por ejemplo, cuáles son sus propuestas en el campo de la educación preescolar o qué piensa hacer con las enormes deudas que acumulan los estudiantes universitarios, el caballo de batalla de su rival, Bernie Sanders, en las primarias demócratas.

El salario mínimo, que actualmente es de 7,21 dólares por hora, tampoco fue debatido, ni tampoco el estancamiento generalizado de los salarios. La reforma de la justicia penal, en este país que es señalado por la sobrepoblación carcelaria, también fue excluida del debate.