Washington, (AFP) .- Los gobiernos de Estados Unidos y Cuba anunciaron formalmente este miércoles su decisión de restablecer relaciones diplomáticas plenas y proceder con la reapertura de sus embajadas, dejando atrás más de medio siglo de ruptura, tensiones y desconfianza mutua.
“Hoy puedo anunciar que Estados Unidos ha acordado formalmente el restablecimiento de relaciones diplomáticas con la república de Cuba y la reapertura de embajadas en nuestros respectivos países”, dijo Obama en el Rose Garden de la Casa Blanca, con el vicepresidente Joe Biden a su lado.
Para el presidente, se trata “de una opción entre el futuro y el pasado”.
Poco antes, la televisión cubana divulgó el contenido de una carta del presidente Raúl Castro a Obama confirmando el acuerdo.
“La República de Cuba ha decidido restablecer relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América y abrir misiones diplomáticas permanentes en nuestros respectivos países, el 20 de julio de 2015”, manifestó Castro en su carta, de acuerdo con la televisión cubana.
El anuncio corona seis meses de intensas negociaciones entre los dos países, desde el histórico anuncio del pasado 14 de diciembre sobre el inicio de una reaproximación que en ese momento era vista casi como un imposible.
Este miércoles, Obama adelantó que el secretario de Estado, John Kerry, deberá viajar a La Habana “este verano (boreal) para orgullosamente izar la bandera estadounidense sobre nuestra embajada otra vez”.
Ese gesto, añadió el mandatario estadounidense, “no es meramente simbólico”, ya que con los cambios en marcha, Estados Unidos “será capaz de aumentar substancialmente nuestros contactos con los cubanos”.
Obama recordó que él mismo nació en 1961, el año en que Washington decidió romper unilateralmente las relaciones con Cuba, poniendo de relieve que el escenario de las relaciones internacionales se modificó de forma dramática en el último medio siglo.
En ese período, dijo Obama, Estados Unidos se apegó a una “política que no ha funcionado”.
“Ya hemos pasado el momento en que debemos asumir que ese abordaje no funciona. No ha funcionado en 50 años. Dejó a Estados Unidos fuera del futuro de Cuba y apenas torna peor la vida de los cubanos”, aseguró el presidente.
Durante su discurso, Obama reiteró su llamado al Congreso estadounidense para que ponga fin al embargo vigente sobre Cuba.
“Estadounidenses y cubanos estamos dispuestos a avanzar. Creo que es el momento de que el Congreso haga lo mismo. Ya he llamado al Congreso a que tome pasos para levantar el embargo” que impide a los estadounidenses a viajar o hacer negocios en Cuba, dijo.
Para Peter Hakim, presidente del centro de estudios Inter American Dialogue, Obama mostró una visión “ambiciosa” con relación a lo que se puede conseguir con Cuba, pero el fin del embargo será más difícil de conseguir.
Obama, al modificar normativas sobre viajes y comercio comenzó “a erosionar el embargo. Y esa erosión continuará. Empresas irán a actuar en Cuba. Creo que veremos una apertura gradual en vez de una apertura súbita”, dijo el experto a AFP.
Por su parte, el academico William LeoGrande, de la American University, dijo a la AFP que los dos países aún tienen por delante “un largo proceso”.
Para LeoGrande, el anuncio de este miércoles “tiene consecuencias prácticas al dar a diplomáticos mejor acceso al gobierno y la sociedad cubana, pero el elemento más importante es el logro simbólico”.
Geoff Thale, del centro Washington Office on Latin America (WOLA), dijo a la AFP que “se trata de un necesario cambio de política, y que abre las puertas a una colaboración práctica para discutir nuestras diferencias de una forma seria”.
En el Congreso, el anuncio provocó reacciones inmediatas entre los legisladores que se oponen a cualquier cambio de política o reaproximación con Cuba.
El aspirante presidencial estadounidense Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, señaló en una nota oficial que Washington debía cesar las “concesiones a ese régimen odioso”, y que bloquearía cualquier nombramiento de un nuevo embajador en Cuba.