Washington (AFP).- El magnate Donald Trump, sin ninguna experiencia política, ganó este miércoles las elecciones presidenciales de Estados Unidos, un terremoto político que sume al país y al mundo en la incertidumbre, con brutales caídas en los mercados.
“Seré el presidente de todos los estadounidenses”, anunció Trump exultante en su discurso triunfal, rodeado de su esposa, Melania Trump y sus hijos.
“Esto fue muy duro”, añadió al agradecer a su familia.
Ocho años después de la elección de Barack Obama, primer presidente negro de Estados Unidos, este multimillonario de 70 años conocido por su cadena de hoteles y casinos ganó los estados clave de Florida, Pensilvania y Ohio y sumó al menos 290 de los 270 grandes electores que se necesita para llegar a la Casa Blanca.
La demócrata Hillary Clinton sumaba solo 218, un duro golpe para esta exsecretaria de Estado que aspiraba a convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos y una bofetada para Obama que se volcó a apoyarla con todo su empeño y carisma.
El miedo a una victoria de Trump, que ha dicho que los mexicanos son “violadores” y “narcotraficantes”, y que prometió construir un muro en los 3.200 km de frontera con México, movilizó a muchos hispanos, la primera minoría del país, pero sin la suficiente fuerza para dar el triunfo a Clinton.
Los mercados financieros, con una clara preferencia por Clinton, cayeron en las operaciones de Asia y en la apertura de Europa. El peso mexicano alcanzaba su nivel histórico más bajo.
Divisiones
Pocas veces en las últimas décadas se habían presentado dos candidatos tan antagónicos, con visiones tan distintas.
Antiinmigrante, impulsivo y corrosivo, denunciado por varias mujeres que dijeron haber sido toqueteadas por él, marcó para siempre un estilo de hacer campaña política. La dirigencia del partido Republicano le dio prácticamente la espalda.
“Voté en favor de Trump, y contra el sistema. Trump dice muchas estupideces porque no es un político, no está entrenado (…) Pero lo más importante para el país es el comercio, las relaciones internacionales y la economía. Y la gente está quebrada y necesita un cambio”, explicó Abteen Daziri, de 38 años y de origen iraní.
La abogada Clinton es una figura política desde hace 25 años, a quien la mitad de los estadounidenses detesta y duda de su honestidad. Fue primera dama durante la presidencia de su esposo (1993-2001), senadora y luego secretaria de Estado del presidente Barack Obama.
La trayectoria de Clinton como candidata demócrata rumbo a la Casa Blanca estuvo ensombrecida por la investigación del FBI en su contra por los emails enviados desde su correo privado, en momentos que era secretaria de Estado.
“Estoy devastada, perdí la fe en mis compatriotas, no sé qué nos depara el futuro, me siento perdida”, comentó Kate Kalmyka, una abogada de 36 años que miraba indignada los resultados en un bar mexicano de Nueva York.
Incertidumbre internacional
Los desafíos a partir de ahora son enormes y reina la incertidumbre en el ámbito político y diplomático, como las relaciones con Rusia o la implicación de Estados Unidos en el conflicto sirio.
El presidente ruso, Vladimir Putin, felicitó a Trump por su victoria, con la que espera una mejora en las relaciones ruso-estadounidenses. El magnate ya ha sugerido que podría reconocer la anexión de Crimea a Rusia, ha elogiado a Putin y abogado por lazos más cercanos con Moscú.
La primera ministra británica Theresa May felicitó a Trump por su triunfo y prometió mantener la “relación duradera y especial” de los dos países.
En tanto, el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, vaticinó tiempos “más difíciles” con la llegada de Trump a la Casa Blanca. “Nada va a ser más simple, muchas cosas van a ser más difíciles”, declaró.
“¿Qué va a pasar con el acuerdo de París sobre el clima, con el acuerdo nuclear iraní que Trump rechaza?”, se preguntó de su lado el ministro de Exteriores de Francia, Jean-Marc Ayrault.
En lo económico, otro frente abierto es el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), que Europa sigue con atención, o el TPP, clave para México.
¿Y América Latina?
También genera temor la postura que Trump asumirá con América Latina. El gran afectado podría ser México, país ante el cual anunció cambios en las políticas comerciales con la creación de aranceles a las importaciones, al igual que con China.
Una incógnita más es si mantendrá la normalización de relaciones con Cuba, que lanzó Obama.
En los últimos días prometió que “suspenderá el programa de refugiados sirios” para impedir la entrada de “terroristas islámicos”, pero no volvió a mencionar su idea de deportar a los 11 millones de inmigrantes hispanos indocumentados.
De momento, Trump se propuso unir a los estadounidenses y sanar las heridas de la brutal campaña.
“Ha llegado el momento de que Estados Unidos cierre las heridas de la división, debemos unirnos”, exhortó.