Bloomberg.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus asesores consideraron el ataque químico en Siria una prueba de su temple, mientras adversarios en todo el mundo miden el nuevo Gobierno.
En declaraciones públicas, Trump hizo alusión a las terribles imágenes de niños muertos por el ataque con gas tóxico por el Gobierno sirio. No obstante, las deliberaciones internas de la Casa Blanca se centraron en proyectar una imagen de poder de Estados Unidos, según funcionarios familiarizados con las conversaciones.
No tomó mucho tiempo. A primeras horas del viernes, Estados Unidos lanzó alrededor de 60 misiles de crucero contra la base aérea de Siria desde la cual Estados Unidos cree que se originó el ataque de gas sarín.
En una breve declaración a los medios posteriormente, Trump dijo que actuó después de que el presidente sirio Bashar al-Assad “ahogó la vida de hombres, mujeres y niños indefensos” y que “hasta bellos bebés fueron asesinados cruelmente”.
“Es del vital interés para la seguridad nacional de Estados Unidos prevenir y disuadir la propagación y el uso de armas químicas mortíferas”, añadió Trump. “No cabe duda de que Siria usó armas químicas prohibidas y violó sus obligaciones bajo las convenciones de armas químicas”.
La osada naturaleza del ataque con gas venenoso agravó su relevancia para Trump, así como las primeras indicaciones del respaldo de Rusia a Assad, dijeron funcionarios de la Administración. Otro factor fue la posibilidad de que Corea del Norte pueda estar observando la respuesta de Estados Unidos ante Siria en busca de claves, mientras el régimen norcoreano calcula hasta dónde puede presionar con sus ensayos de misiles y nucleares.
La respuesta se produce al tiempo que Trump hace frente a otro delicado desafío de política exterior: su primera reunión el jueves con el presidente chino, Xi Jinping. Los misiles golpearon Siria mientras el presidente recibía al líder del principal rival estratégico y económico de Estados Unidos en el club privado de Mar-a-Lago de Trump, en Florida.
Poco antes del ataque de misiles, Vladimir Safronkov, viceembajador de la ONU en Rusia, advirtió que cualquier acción militar estadounidense tendrá “consecuencias negativas”.
“Fui muy franco en las consultas al decir que en primer lugar tenemos que pensar en las consecuencias negativas, y toda la responsabilidad de la acción militar estará en los hombros de aquellos que iniciaron una empresa tan dudosa y trágica”, agregó Safronkov.
El equipo de seguridad nacional de Trump estaba más preocupado por el mensaje que proyectaría al resto del mundo si no actuaba o, si después de haber actuado, no concitaba el apoyo del Congreso y del público estadounidense a su respuesta, según los funcionarios, que hicieron los comentarios con la condición de anonimato para hablar del debate interno político.
Si bien 2Trump”:http://gestion.pe/noticias-de-donald-trump-30678?href=nota_tag reiteradamente instó a su predecesor a no atacar a Siria después de que el régimen usara armas químicas contra civiles en 2013 — diciéndolo más de una docena de veces por Twitter — criticó sin embargo al presidente Barack Obama por declarar intolerable el uso de armas químicas y no hacerlo valer posteriormente. Ahora Trump ha establecido sus propios límites de tolerancia.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca el miércoles, Trump dijo que el ataque de Assad con armas químicas del 4 de abril, que causó la muerte de más de 70 personas, entre ellas mujeres y niños, “supera muchos, pero muchos límites impasables”. Agregó que “estas acciones atroces del régimen de Assad no pueden ser toleradas.