(Bloomberg) El líder de la mayoría republicana en el Senado estadounidense, Mitch McConnell, ya está trabajando para que los renegados de su partido apoyen el proyecto de ley de atención médica en una posible votación la semana que viene, en tanto comienza a distinguir entre aquellos a los que se puede seducir con cambios modestos y quienes podrían tener inquietudes irreconciliables.
Es posible que McConnell, un veterano estratega del Senado, haya hecho algunas omisiones intencionales en el “borrador para discusión” que publicó para que parezca que los senadores consiguen victorias en público a cambio de dar su apoyo.
Por ejemplo, el borrador contempla sólo US$ 2,000 millones para los programas relacionados a los opioides, cifra que tranquilamente se puede aumentar para conquistar a los republicanos de la región central del país.
En cambio, será mucho más difícil superar otras diferencias, en particular porque los conservadores exigen una revocación completa de Obamacare y a los moderados los inquieta la eliminación gradual de la expansión de Medicaid prevista en la ley original.
Pocas horas después de la publicación del proyecto de ley, cuatro conservadores liderados por Rand Paul, de Kentucky, anunciaron que necesitarán muchos cambios para apoyarlo.
Dos moderadas —Lisa Murkowski, de Alaska, y Susan Collins, de Maine— dijeron que quieren sacar la eliminación de fondos por un año a Planned Parenthood prevista en el proyecto. Dean Heller, de Nevada, dijo que tiene “serias inquietudes” sobre los cambios a Medicaid, y Rob Portman, de Ohio, dijo que no se brindan suficientes fondos para combatir la epidemia de opioides.
“El hecho de que creamos que este proyecto de ley gastará más dinero el año que viene que el que gasta actualmente Obamacare no suena como una revocación”, dijo Paul, y agregó que negociará en equipo con otros renegados conservadores: Ted Cruz, de Texas; Ron Johnson, de Wisconsin; y Mike Lee, de Utah.
La cifra
El senador John Cornyn, el segundo líder de los republicanos, dijo que todavía confía en que por lo menos 50 de los 52 republicanos en la Cámara terminen apoyando el proyecto en una votación que probablemente se realice temprano por la mañana del viernes que viene.
Esa es la cifra necesaria para aprobar el proyecto con sólo 50 votos y el de desempate del vicepresidente Mike Pence.
Los líderes del Senado agregaron fondos en los primeros años para bajar las primas y reforzar los mercados de Obamacare, en un intento por ganarse a los moderados. Esto incluye la asignación de US$ 62,000 millones más durante ocho años a un fondo de innovación estadual, que se puede usar para cubrir a pacientes de alto riesgo, reaseguros y otras cosas.
Por otro lado, el proyecto impondría la austeridad a largo plazo para el gasto en salud para atraer a los conservadores.
Por ejemplo, en 2025, el proyecto del Senado adopta techos más severos al financiamiento para el aporte del Gobierno federal a Medicaid, utilizando el índice de precios al consumidor en vez de una medición de la inflación medicinal que tiende a subir más rápidamente.
Pesca
Ya comenzó la pesca de votos. La declaración conjunta de Paul y otros tres conservadores reza que ellos no apoyan el proyecto pero están “abiertos a negociaciones”.
Por otro lado, Collins dijo que ella y Murkowski probablemente intenten eliminar el desfinanciamiento de Planned Parenthood en la votación si los líderes no quieren hacerlo.
“Señalar a Planned Parenthood, que brinda servicios a muchas mujeres de bajos ingresos”, dijo Collins, “simplemente está mal”.