(AFP) La sesión final del Senado que definirá el destino de la presidencia de Dilma Rousseff se realizará entre el 25 y el 27 de agosto, poco después del cierre de los Juegos Olímpicos, informó el presidente del Senado, Renan Calheiros.
De esta manera, puso fin a las especulaciones de que Rousseff podría escuchar la sentencia de su caso en pleno evento deportivo Río 2016, entre el 5 y el 21 del mes próximo, cuando todas las miradas estarán sobre Brasil.
“A partir de hoy se discutirán las pericias (técnicas), a continuación irán las alegaciones finales con plazos para la acusación y para la defensa, luego votaremos la recomendación de la comisión de impeachment y vendrá el juicio, que deberá realizarse entre el 25 y 27 de agosto”, dijo Calheiros.
Rousseff perdió su cargo el 12 de mayo en forma transitoria y fue reemplazada por su vicepresidente, Michel Temer, un abogado de 75 años que pasó de ser su aliado a su némesis política.
La jornada final del impeachment será conducida por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, y marcará el cenit de una encarnizada disputa política que hundió al país en la incertidumbre al ritmo de una crisis económica casi sin antecedentes en su historia moderna.
El proceso fue abierto en diciembre del 2015, y luego de ser admitido por ambas cámaras del Congreso, pasó a la fase de instrucción: recolección de pruebas y testimonios, pericias técnicas y otras diligencias que realiza una comisión creada especialmente en el Senado.
Ese cuerpo legislativo elaborará una recomendación que será sometida a una primera votación por el pleno de 81 senadores -prevista para el 9 de agosto- donde deberá cosechar un mínimo de 41 votos (mayoría simple) para que se prosiga al juicio.
De aprobarse la continuidad del proceso, tendrá lugar el “juicio final” -entre el 25 y 26 de agosto- que determinará si Rousseff es destituida en forma definitiva. Para que eso ocurra, será necesaria una mayoría especial de 54 votos (dos tercios). De lo contrario, el caso será archivado.
Mientras sus detractores la acusan de violar la Constitución, Rousseff denuncia que es víctima de un “golpe” orquestado por la centro-derecha para tomar el poder sin acudir a las urnas.
Si es destituida, Temer completará el mandato hasta el 2018.