Francia(AP).— Desde los desiertos que amenazan los campos de cultivo africanos al aumento del nivel del mar en las islas del Pacifico Sur, líderes de las naciones pobres más afectadas por el cambio climático compartieron el martes sus historias sobre el calentamiento global con los responsables de algunos de los países más ricos.
Los encuentros — el presidente de Francia, François Hollande, se reunió con líderes africanos mientras el estadounidense Barack Obama hizo lo propio con enviados de naciones insulares — pusieron de manifiesto uno de los mayores debates entre los delegados que negocian un acuerdo global para hacer frente al cambio climático: ¿Cuánto deben ayudar los países ricos a los pobres para adaptarse a la situación y reducir sus emisiones?
El lunes, en un encuentro de líderes mundiales sin precedentes en las afueras de París, presidentes, primeros ministros y miembros de la realeza instaron a los delegados a construir un planeta mejor para generaciones futuras. Los organizadores esperan evitar repetir el embarazoso fracaso de una cumbre similar en Copenhague en 2009, donde no se cerró ningún acuerdo global.
El martes, los negociadores comenzaron a trabajar con el objetivo de descubrir quién pagará por todo lo que según los líderes queda por hacer.
“Ahora han comenzado el trabajo fundamental”, dijo el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, a los negociadores. “Les imploro que avancen en el tema de un modo que nos permita respetar el firme mandato dado por los diversos jedes de estado y de gobierno ayer”.
En una reunión con Hollande, líderes africanos describieron cómo el desierto del Sahara está invadiendo campos de cultivo, los bosques desaparecen desde Congo a Madagascar y el aumento del nivel del mar barrió viviendas en deltas de ríos del África Occidental.
Más tarde el martes, Obama se reunió con representantes de países insulares que sufren el aumento del nivel de los océanos y tormentas cada vez más violentas, que los científicos atribuyen al cambio climático generado por las emisiones de gases con efecto invernadero.
Los países en desarrollo sostienen que necesitan apoyo financiero y tecnología para reubicar a las poblaciones amenazados y hacer su propia transición a energías más limpias.
El príncipe Carlos de Inglaterra, líderes indígenas sudamericanos y otros dignatarios celebraron un encuentro especial el martes para llamar la atención sobre la reducción de la masa forestal en todo el mundo, desde Sudamérica a Rusia o África por la tala ilegal.