(Reuters).- La mayor asociación de empresas de Colombia lanzó hoy una campaña en medios de comunicación a favor de la paz, en un respaldo a los esfuerzos del Gobierno para acabar con un conflicto armado de medio siglo que ha dejado más de 200,000 muertos.
Bajo el lema “soy capaz”, la campaña busca sensibilizar a los colombianos para que aporten a la construcción de la paz como un derecho fundamental que requiere perdón y no como una estrategia política.
“Soy capaz, es un concepto que busca devolverle el significado a construcción de paz por medio de acciones concretas y cotidianas como soy capaz de creer, soy capaz de escuchar a los demás, soy capaz de conectarme contigo”, dijo el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios, Bruce Mac Master, en el lanzamiento de la campaña.
Los empresarios privados se vinculan por primera vez a fondo con una campaña que, aunque es completamente ajena al Gobierno, se anuncia en momentos en que la administración de Juan Manuel Santos negocia en La Habana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) una salida al conflicto.
En la iniciativa participan 120 empresas, incluidas las unidades en el país sudamericano de algunas multinacionales.
A través de sus productos y de mensajes por radio y televisión, las empresas buscan que la sociedad comprenda y asuma su responsabilidad en el proceso de paz.
Santos mantiene desde hace casi dos años una negociación de paz en Cuba con las FARC y busca iniciar otra con el más pequeño Ejército de Liberación Nacional (ELN).
“La paz es de todos y no tenemos que esperar a tener una agenda para el posconflicto”, dijo Carlos Raúl Yepes, presidente de Bancolombia, la mayor institución financiera del país.
“El conflicto ya existe y entre todos tenemos que ser capaces de tener una agenda desde ya para cerrar las brechas de la exclusión, de la injusticia y la desigualdad histórica de nuestro país”, agregó.
Además del conflicto, la desigualdad social y la pobreza preocupan a los colombianos, en un país con unas marcadas diferencias entre ricos y pobres en las que la insurgencia ha justificado su levantamiento en armas.