Diego Castillo Aliaga

Ayer, el “No” se impuso en el plebiscito que determinaba la aprobación del acuerdo de paz con las FARC por 50.23% contra 49.76% de los votos y ahora empieza una nueva negociación entre el gobierno y las partes políticas en Colombia para plantear un nuevo acuerdo con el grupo liderado por Timochenko.

El internacionalista Ramiro Escobar nos explica los puntos que llevaron a este escenario y qué viene ahora departe del gobierno en búsqueda de la paz.

Una votación muy baja. Aunque en Colombia el voto no es obligatorio, solo el 37% de la población fue parte del proceso. Escobar explica que esto se debe a que “esta vez han votado aún menos (personas) que en votaciones presidenciales por dos factores. Uno, es que hay cierta apatía en cierto sector de la población que que las FARC siempre van a estar y otro es que la gente no fue a votar porque se confió en la victoria del “Sí”.

El acuerdo con las FARC. El hecho de que el acuerdo permita a las FARC poder participar en política y que se les de sanciones reducidas por los crímenes cometidos influyó considerablemente en la población colombiana. “Que se les den penas bajas y el hecho que les den cinco curules en el Senado y cinco de la carrera de diputados en los dos siguientes períodos (2018 y 2022) es inaceptable para una parte de los colombianos”, señaló el internacionalista.

La política de Uribe. El expresidente Álvaro Uribe, principal impulsor del “No” al acuerdo de paz con las FARC, se encargó de resaltar las criticadas concesiones que se tuvieron con el grupo liderado por Timochenko y, en Colombia, un gran sector de la población simpatiza con su política.
Escobar refirió que “durante su gestión, Uribe presentó una política de mano dura similar a la que uso Fujimori para acabar con el terrorismo con un costo social altísimo (…)”. “A mucha gente eso le parece aceptable (…), tiene esa posición de derecha dura, manu militari, y cree que eso es lo más conveniente”, agregó.

La política de Santos. El plebiscito para definir el acuerdo de paz no era obligatorio y se pudo haber impulsado sin depender de él. Escobar indica que “el error de Santos fue llevar el acuerdo a un plebiscito, pudo no hacerlo, nadie lo obligaba, creo que quiso fortalecerse políticamente, pasar a la historia como el que logró la paz con las FARC y ahora eso está en cuestión”.

La presencia de un huracán. Otra razón de los pocos votos es que el huracán Matthew se acercó al centro colombiano y eso generó que muchos no vayan a votar.

¿Qué viene ahora en Colombia?

Santos negociará con el “No”. El presidente colombiano piensa iniciar una nueva negociación que parta de un diálogo con todas las partes políticas de Colombia. “A partir de hoy (Santos), se va a reunir con todas las partes políticas de Colombia para dialogar y ver qué es lo que proponen. A su vez, ha enviado unos emisarios a La Habana para hablar con las FARC. Tanto Santos como Timochenko han dicho que se mantienen en la lógica de usar solo la palabra para la política”. “Lo que Santos va a hacer es renegociar al interior de Colombia, negociar con el NO para ver si es que se puede renegociar con las FARC para modificar el acuerdo en algunos puntos. Eso va a ser muy difícil”, añadió.

Lo que propone el “No”. Si bien el “No” está en contra de algunos puntos en el acuerdo con las FARC, sí tienen una propuesta que apunta a no dar tantas concesiones a las FARC en términos de penas y su inserción a la vida política. “Escobar cree que “lo que van a proponer es que las FARC cedan en algunos puntos: en cuanto a curules en el Senado, se les puede ofrecer que no sea por dos legislaturas, sino solo por una (2018), no la del 2022. Y Podrían proponer que las penas amenguadas se suban un poco, porque ese es otro de los puntos que se critica: impunidad”.

¿Qué podemos esperar del “No”? “Algunos sectores que votaron por el “No” se sentarían a conversar con Santos, pero otros probablemente se muestren duros y quieran esperar que esto naufrague, se produzcan las próximas elecciones, gane Uribe o alguien del grupo Uribe y sean ellos los que conduzcan el proceso. Eso me parecería un cálculo político bastante poco considerado con la población”, finalizó Escobar.