Pekín (Reuters).- China dijo a un enviado del líder norcoreano, Kim Jong-un, que Pyongyang debería dejar de realizar pruebas nucleares y de misiles, pero Corea del Norte mostró pocas señales de hacer caso a la petición, dijo una fuente con conocimiento de las conversaciones sostenidas a finales del mes pasado.
Kim envió a Choe Ryong-hae, vicepresidente del máximo órgano militar del país, para explicar las recientes acciones de Corea del Norte, pero tuvo una tibia recepción de sus anfitriones chinos, dijo la fuente, que tiene estrechos lazos con Pekín y Pyongyang.
El líder norcoreano de 30 años de edad tomó el poder en diciembre del 2011 y ha llevado a cabo dos lanzamientos de cohetes de largo alcance y una prueba de armas nucleares desde entonces. También se embarcó en una campaña de amenazas contra Corea del Sur y Estados Unidos.
“Corea (del Norte) no se ha suavizado”, dijo la fuente, que no asistió a las reuniones, pero desde entonces ha hablado con los dos lados a los que tiene acceso regular.
Choe, nominalmente un general, pero sin experiencia militar conocida, es el máximo ideólogo del Ejército Popular de Corea. Se presentó en Pekín en uniforme militar completo, a diferencia de sus homólogos chinos.
Los expertos han dicho que la visita de tres días fue un intento por parte de Corea del Norte para hacer las paces con su único gran aliado diplomático, que ha sido crítico de Pyongyang.
Después de las reuniones, en las que Choe eventualmente sostuvo conversaciones con el presidente chino, Xi Jinping, Corea del Norte se comprometió a tomar “ medidas positivas para la paz “, mientras que China reiteró su mantra de querer “calma y moderación” en la península coreana.