Pekín, (AFP).- Un “conflicto podría estallar en cualquier momento” en Corea del Norte, advirtió este viernes el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, después de las nuevas amenazas de Estados Unidos contra el régimen de Pyongyang.
“El diálogo es la única salida”, declaró Wang en una rueda de prensa en Pekín en compañía de su homólogo francés Jean-Marc Ayrault, un día después de que el presidente estadounidense Donald Trump prometiera que se encargaría del “problema” norcoreano.
El que provoque un conflicto en la península coreana “tendrá que asumir una responsabilidad histórica y pagar el precio”, añadió el ministro chino, en una rueda de prensa conjunta con su homólogo Jean-Marc Ayrault.
Sin citar explícitamente las amenazas del presidente Trump, Wang dijo que “el ganador no será el que haga declaraciones más duras o el que enseñe más músculo. Si hay una guerra el resultado será una situación en la que nadie saldrá ganador”.
“Tenemos la sensación de que un conflicto podría estallar en cualquier momento. Creo que todas las partes afectadas tienen que estar muy atentas a esta situación”, afirmó.
Por su parte Rusia dijo también estar “muy preocupada” por el aumento de tensión y pidió “moderación”.
“Moscú sigue con mucha preocupación el aumento de la tensión en la península coreana. Pedimos a todos los países moderación y alertamos de cualquier acción que pueda ser interpretada como una provocación”, declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
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China, considerada como única aliada de Corea del Norte, se opone al programa nuclear con objetivos militares del régimen de Kim Jong-un pero pide regularmente prudencia a Estados Unidos en esta cuestión.
Según numerosos observadores, Corea del Norte podría llevar a cabo este fin de semana un nuevo test de misil balístico o incluso nuclear -prohibidos por la comunidad internacional- coincidiendo con las celebraciones del 105 aniversario del nacimiento de Kim Il-sung, el primer líder del país comunista.
“Ya estamos estudiando las opciones militares” en caso de nuevo ensayo, dijo el viernes un consejero de política extranjera de la Casa Blanca, que no quiso identificarse. “Con este régimen la pregunta no es si ocurrirá sino cuándo”, añadió.
Cambio en la política exterior de EEUU
La semana pasada Trump anunció el envío a la península coreana del portaviones “Carl Vinson”, escoltado por tres buques lanzamisiles. Este tipo de portaviones suele transportar entre 70 y 80 aviones o helicópteros, unos 50 de ellos de combate.
La decisión coincide con un cambio en la política exterior estadounidense, que el jueves lanzó su bomba no nuclear más potente en Afganistán contra un complejo usado por yihadistas del grupo Estado Islámico.
Trump también decidió la semana pasada ordenar un ataque contra una base militar del régimen sirio, al que Estados Unidos acusa de ser responsable de un presunto ataque químico contra civiles en una ciudad del norte del país.
Estas decisiones están consideradas una advertencia implícita a Corea del Norte de que Washington no teme usar la fuerza.
El jueves el periódico oficial Global Times, considerado en manos del ala más dura del régimen chino, escribió que si Corea del Norte abandona su programa militar “China podría tener un papel en garantizar la seguridad de una Corea del Norte desnuclearizada”.
Trump ha dicho en varias ocasiones que evitará que el régimen de Pyongyang desarrolle su programa de misiles balísticos, capaces en teoría de alcanzar territorio estadounidense.
Cualquier ataque estadounidense contra Corea del Norte podría desatar represalias contras los aliados o contra las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur o Japón.
Corea del Norte está bajo sanciones de Naciones Unidas por su programa balístico y nuclear mientras que China ha tomado represalias económicas contra su vecino, como la de suspender las importaciones de carbón durante este año.