(Bloomberg) Un acuerdo sobre los turnos de los trabajadores en la mina Escondida de BHP Billiton es la señal más reciente de mejoras en las relaciones laborales chilenas, lo que alivia la preocupación por un aumento en los problemas en las minas de la nación que más cobre produce.

Escondida pagará un bono de 3 millones de pesos (US$ 4,500) a los empleados en un acuerdo que les permita trabajar turnos más largos que el estándar en Chile, dijo el sindicato principal el miércoles.

“Esperamos que este acuerdo sea un precedente en la relación compañía-trabajadores y que seamos capaces de construir en conjunto un ambiente laboral sano y justo”, señaló.

El acuerdo y el tono conciliador del sindicato contrastan con un fallido proceso de negociación colectiva en la mina a principios de este año, que llevó a la huelga más larga en una mina chilena en una generación y contribuyó a que los precios del cobre subieran.

La huelga terminó con las dos partes involucradas en casos legales y camino a otra ronda de negociaciones salariales el próximo año, lo que avivó los temores de que las relaciones laborales en otras partes de la industria minera empeorarían.

En cambio, el episodio parece haberse convertido en una advertencia. Aunque las negociaciones salariales en otras minas significan que todavía hay riesgo de huelgas en Chile, sindicatos y compañías mineras han negociado entre bastidores para firmar contratos y acuerdos en los últimos meses.

“Después de esa tremenda huelga, todas las negociaciones han sido pacíficas y han terminado en acuerdo”, dijo Nancy Ibaceta, socia de EY Law en Santiago, por teléfono.

En mayo, los directivos y dirigentes sindicales de la mina de Collahuasi firmaron un nuevo contrato antes de que expirara el anterior.

En junio, Codelco y los sindicatos de su mina El Teniente firmaron un acuerdo sobre la cantidad de trabajadores que prestarán servicios mínimos en caso de que la próxima ronda de conversaciones salariales dé lugar a una huelga.

Estos acuerdos son alentados bajo nuevas normas laborales y se consideran una buena señal antes de las negociaciones colectivas.

“Las empresas harán todos los esfuerzos necesarios para llegar a un acuerdo en esto porque si hay conflicto al principio, saben que la negociación de verdad será todavía más polémica”, dijo Ibaceta.

Riesgo persistente
Los trabajadores chilenos aún están decididos a no renunciar a sus beneficios, aunque las empresas siguen comprometidas con la reducción de costos, ya que los precios siguen siendo muy inferiores a los niveles máximos de 2011.

Como dijo el sindicato de Escondida: tomó “semanas de arduas negociaciones” lograr un acuerdo sobre los turnos.

En los procesos de negociación colectiva en curso en dos minas de cobre propiedad de Antofagasta, los trabajadores han abierto la puerta a las huelgas.

En Zaldívar, que produjo 103.400 toneladas en 2016, el sindicato ha recomendado a los trabajadores votar en contra de la propuesta de la compañía.

Los trabajadores votarán hasta el 10 de julio, cuando expire el contrato, y la ley chilena ofrece hasta 10 días adicionales de negociaciones mediadas antes de que pueda comenzar una huelga. Los supervisores de la división Centinela de la compañía están entrando en la fase final de mediación de su negociación colectiva.

Antofagasta, que nunca ha tenido una huelga en ninguna de sus minas, se negó a dar detalles sobre las negociaciones en curso, diciendo que sigue todos los pasos legales para continuar con el proceso.

Siguiendo de cerca las negociaciones
Los sindicatos de la mina más grande de Antofagasta, Los Pelambres, así como los trabajadores no supervisores de Centinela, están siguiendo de cerca las negociaciones antes de sus propias conversaciones sobre salarios en los próximos meses.

Los sindicatos de Centinela firmaron recientemente un acuerdo temprano sobre servicios mínimos en caso de huelga, según Héctor Aguilera, director del sindicato El Tesoro de Centinela.

“El balance de estas primeras conversaciones es positivo”, dijo Aguilera por teléfono. “La compañía presentó su propuesta, hicimos algunos estudios técnicos y respondimos con algunos cambios. Al final, llegamos a un acuerdo. Todo fue normal”.