Según imágenes aéreas del lugar, se pudo observar como el fuego consumió las viviendas de material rústico en la zona cerca al río Rímac, Cantagallo, lugar habitado por cientos de peruanos shipibo-konibos, que fue controlado por más de 30 unidades de bomberos.
Aunque hasta el momento no se han reportado víctimas mortales por el siniestro, desde las 05:30 de hoy, más de 350 efectivos y maquinaria pesada del Ejercito continúan con los trabajos de remoción de escombros.
Las labores de ayuda se iniciaron ayer por disposición del Ministerio de Defensa (Mindef).
La Municipalidad Metropolitana de Lima proporcionó carpas para albergar a los damnificados que perdieron sus viviendas. Además, el Ejército peruano e Indeci vienen coordinando la entrega de donaciones y el apoyo con maquinaria y personal.
Más de 21 toneladas de ayuda humanitaria de primera necesidad ya ha sido enviada y consistente en agua potable, arroz, avena, atún, galletas, jugos, entre otros alimentos no perecibles.
Aún no se sabe cómo se realizará el proceso de reubicación de la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo pues falta un acuerdo entre las familias y la Municipalidad de Lima.
