Pekín, (AFP).- Los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero del planeta, China y Estados Unidos, anunciaron este miércoles un acuerdo “histórico”, recibido con alivio por los científicos pero con escepticismo por los republicanos estadounidenses que lo ven como una amenaza para el empleo.
El presidente estadounidense Barack Obama y el chino Xi Jinping se han comprometido en Pekín a dar un respiro al planeta, a un año de la conferencia del clima de París, donde se espera un acuerdo global.
Para Obama se trata de un “acuerdo histórico” y el “mayor hito en las relaciones” de los dos países.
Xi dijo: “acordamos asegurarnos de que las negociaciones sobre cambio climático alcanzarán un acuerdo en París”.
Los intentos de alcanzar un acuerdo sobre cambio climático, sobre el que los científicos advierten que estamos llegando a un posible punto catastrófico sin retorno, han sido bloqueados hasta ahora por la falta de voluntad de Estados Unidos y China para trabajar juntos en el problema.
Es la primera vez que China se ha fijado el objetivo de alcanzar un tope en emisiones “en torno a 2030”, con la intención de lograrlo antes. Hasta ahora siempre había hablado de “lo antes posible”.
Obama, que se topa con el escepticismo y la negación total del cambio climático en el Congreso estadounidense, se ha fijado como meta que Estados Unidos reduzca sus emisiones entre un 26% y un 28% para 2025, en comparación con los niveles de 2005.