En la inauguración del segmento de alto nivel de la COP 20, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon manifestó estar “sumamente preocupado” por el hecho que “nuestras actuaciones colectivas no estén a la altura de nuestras responsabilidades comunes”.
Señaló que es portador de un “mensaje de esperanza y urgencia” en la lucha contra el cambio climático. Y afirmó que todos los actores -gobiernos, empresas, sociedad civil- deben ser parte de la solución.
“Podemos construir una sociedad más próspera pero tenemos que actuar ya. La ventaja de la oportunidad se está estrechando oportunamente (…) Todos tienen que participar. No es momento de duda sino de transformación”, indicó en la ceremonia, que contó con la presencia del ministro de Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, Christina Figueres, secretaria ejecutiva de las Naciones Unidas sobre cambio climático, y otras autoridades de alto nivel.
En su discurso, resaltó esfuerzos mundiales en esta materia como el compromiso de Estados Unidos y China de reducir sus emisiones de carbono, el nuevo compromiso medioambiental de Alemania, el marco de clima y energía adoptado por la Unión Europea y la creación del Fondo Verde.
“Cientos de miles de personas han marchado a favor de la acción climática, miles de empresas de todo el mundo están dando un paso adelante y los gobiernos están respondiendo de una manera sin precedentes”, indicó.
“La lucha contra el cambio climático es cimiento fundamental del desarrollo sostenible. No lo podemos tratar como una cosa separada. Son parte de una misma moneda. La financiación del clima (tampoco) puede tratarse de forma separada a la financiación del desarrollo”, precisó
Durante su primera participación en la COP 20, Ban Ki-moon presentó cinco peticiones formales.
1. Producir en Lima un proyecto de texto equilibrado, bien estructurado y coherente para el acuerdo del 2015 que nos de una base clara y sólida para las negociaciones del año que viene en París.
2. Llegar a un entendimiento común al ámbito de aplicación y situación de las contribuciones previstas a nivel nacional.
3. Priorizar la prestación de apoyos para la adaptación y resiliencia para los países más vulnerables.
4. Tomar un decisión para estimular y facilitar la cooperación para una gama de actuaciones exhaustiva por parte de todos los actores.
5. Ratificar, los países que no lo han hecho todavía, la enmienda de Doha al protocolo de Kyoto que establece el segundo periodo de compromiso.