Karina Montoya G.
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“El Presupuesto por Resultados es un gran avance y el Ministerio de Economía está luchando por avanzar en la línea correcta”. Janice Seinfeld, investigadora de la Universidad del Pacífico y coeditora de Gasto en la mira: evaluando el gasto público, señaló que los estudios recolectados en esta publicación indican que los programas sociales aún muestran pobres resultados, a pesar de que ya hay objetivos, metas e indicadores que cumplir.
“Hay un problema de filtración que se ve en el programa de Vaso de Leche, Juntos y Cuna Más”, resaltó Seinfeld. “En el caso de los programas de educación para niños de tres años, llega de distintas maneras, con mensajes muchas veces contrapuestos a los padres de familia y los educadores, lo que debilita la posibilidad de tener impacto”, detalló.
Pero de entre los cinco ganadores del concurso “Gasto en la mira”, la investigadora señaló aquel dedicado al programa Vaso de Leche con especial atención. En esta oportunidad, la investigación se realizó en el distrito de Oyón, en Lima.
“Hay mucha filtración que se da no solamente por gente que no debe recibir el beneficio, sino porque se reparte el vaso de leche entre muchos miembros del hogar y hay subcobertura. En líneas generales, este programa está bien enraizado, así que será difícil no considerarlo hacia futuro”, anotó Seinfeld.
Impacto marginal
Este programa, que hoy depende de los municipios, solo atiende al 35% de la población del primer quintil de los barrios de Oyón, cuando el 50% debería verse beneficiado. “El problema de subcobertura es grave”, se lee en el estudio. En los quintiles más pobres solo 1 de cada 7 personas en los barrios es efectivamente beneficiada, mientras que 1 de cada 2 en los caseríos repite la misma figura.
¿Hay soluciones para esta situación? El primer punto que la especialista mencionó es que eliminar el programa no es viable debido a la gran penetración que posee a nivel administrativo local. Sin embargo, dijo que las compras deberían reorientarse: ahora estas se realizan con empresas como Gloria, que provee leche evaporada y sale siendo “más cara y menos efectiva”.
“Se podría trabajar con el Minag para convertir el Vaso de Leche en una forma de ayudar a los ganaderos de la zona, comprándoles la leche pasteurizada directamente, pero no evaporada”, finalizó.