(Reuters) Argentina anunció que está estudiando los pedidos para la aplicación de la cláusula democrática a Venezuela en el ámbito de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del bloque regional Mercosur, y no la descarta ante la crisis política que vive el país petrolero.
En un encuentro con periodistas, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, explicó que Argentina no cambió su postura, luego que opositores venezolanos acusaron al Gobierno de Buenos Aires de haberles quitado el respaldo.
“Tanto para esa cláusula del Mercosur como la de la OEA, no las descartamos en absoluto; (pero) consideramos que en este momento nuestro mayor aporte a nivel regional es promover un camino de diálogo”, afirmó Peña.
El secretario general de OEA, Luis Almagro, solicitó el martes que se convoque a una sesión urgente para votar la aplicación de la Carta Democrática sobre Venezuela ante posiciones que indican que hay una alteración del orden constitucional en esa nación.
“No hubo ningún giro en la política argentina respecto a este tema”, dijo el funcionario, quien explicó que el Gobierno de centroderecha de Mauricio Macri había dicho en diciembre que invocaría la cláusula democrática del Mercosur, antes de las elecciones legislativas en Venezuela.
Sin embargo, argumentó que la aplicación de la cláusula democrática conlleva ciertos riesgos.
“La cláusula democrática tampoco es la solución a ningún problema. El Gobierno de Venezuela también puede usar cualquiera de esos mecanismos como una forma de abroquelarse ante la injerencia externa”, señaló Peña.
Poco más de una semana después de asumir la presidencia de Argentina en diciembre, Macri pidió a sus colegas del bloque sudamericano Mercosur que Venezuela libere pronto a quienes consideró presos políticos, un reclamo que desató denuncias de injerencia.
Si bien Venezuela ha perdido el apoyo diplomático de Argentina y Brasil, tras cambios de gobierno, todavía cuenta con la lealtad de las administraciones de izquierda de Bolivia, Ecuador y Nicaragua.