Infraestructura. La planificación urbana es otra de las grandes ausencias en las discusiones sobre desarrollo del Perú. Las ciudades han crecido de manera desordenada y muchos de los problemas estructurales tienen su base en este caos, sobre todo los de índole social. Es que nuestras ciudades son un conglomerado de viviendas y casi nada más, pues no cuentan con espacios que integren a sus poblaciones.
Los ejemplos más notorios son los llamados barrios populosos, que crecieron a partir de los asentamientos humanos, en los que la acción del Estado se limitó, tardíamente, a proveer de infraestructura básica (colegios, postas médicas, alguna losa deportiva), pero sin tomar en cuenta la calidad de los servicios que deben prestarse –y que, en general, dejan mucho que desear–. Y este problema no ocurre solamente en Lima, sino en todas las ciudades que recibieron migraciones desde el campo, y se torna más importante ahora que existe consenso sobre la necesidad de impulsar los proyectos de infraestructura.
¿Se puede solucionar este grave obstáculo? La falta de referentes locales es un grave problema, pues habría que viajar al extranjero para experimentar cómo funciona una ciudad moderna. Pero el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) ha decidido ahorrarnos el viaje, pues ha tenido la feliz iniciativa de impulsar un sistema que se encargue de orientar el crecimiento ordenado de nuestras ciudades.
Se trata de la creación del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y el relanzamiento del Instituto Nacional de Desarrollo Urbano Sostenible (Inadus), que fue desactivado a inicios de la década pasada.
Lo positivo es que cuenta con el respaldo del sector privado, a través de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), dado que una ciudad con planes de expansión debidamente aprobados resulta más atractiva para la inversión inmobiliaria, no solo de viviendas o centros comerciales, sino de todo tipo de instalaciones, incluyendo centros comunitarios, espacios culturales y complejos deportivos –que distan mucho de las conocidas losas–.
La iniciativa está diseñada como un proyecto de ley, de modo que será primordial que los dos candidatos presidenciales en carrera –y sus respectivas bancadas– se pronuncien. ¿La incluirán en sus campañas de la segunda vuelta?