Hace más de 11 años, con el inicio de la operación comercial del Proyecto Camisea, el Perú se inicio en esta industria, y el ciudadano de a pie, empieza a familiarizarse con el término de GLP y gas natural.

Paso a paso, el gas “adquirió un rol protagónico” en la vida cotidiana de todos los ciudadanos e inclusive los canditatos presidenciales anunciaban propuestas para abaratar el GLP. Como era de esperarse el mercado reguló el precio y las propuestas no se cumplieron.

En el mes de mayo algunos hechos fortuitos llevaron al desabastecimiento del GLP en el mercado interno, y como consecuencia el precio se elevó, afectando a los usuarios finales.

En razón a ello, a mediados de junio, el gobierno “con cintura regulatoria” emitió el D.S 015-2015-EM, disponiendo que los agentes que realicen ventas de GLP, a partir de una planta de abastecimiento y que cuenten con capacidad de almacenamiento propia o contratada en la referida planta están obligados a mantener una existencia media de dicho producto equivalente a (15) días de despacho al mercado nacional promedio de los últimos (06) meses, entre otras regulaciones y modificaciones.

Igualmente señaló que para disponer de esta existencia almacenada deberá la Dirección General de Hidrocarburos declarar una situación que afecte el abastecimiento de GLP.

Finalmente, Pluspetrol señalo que su producción en Pisco –entre 50 mil a 53 barriles por día- se mantiene estable y seguía estando por encima de la demanda del mercado peruano, esto aunado a la baja internacional en el precio del GLP de alrededor de 16.5%, debería garantizar un precio estable al existir una fuente confiable de suministro y un respaldo de 15 días para futuros hechos fortuitos.

Ángel Mimbela
Estudio Muñiz