INFLACIÓN. El año se inició mal para las familias y el aumento de los precios está afectando su economía. Tras la subida del ánimo de diciembre, quizá inspirada en el ambiente optimista de las fiestas navideñas, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) que mide Apoyo Consultoría cayó cinco puntos en enero, para situarse en 49 puntos, trasladándose al tramo pesimista de la medición, el dato más bajo desde julio del 2011 –cuando el presidente Ollanta Humala asumió el mando del país–.
Según la firma consultora, la principal preocupación de las familias es la inflación. Un tercio de ellas percibe alzas “considerables” en los precios, un dato que no se veía desde el 2008. Llama la atención que el deterioro de la confianza haya sido más pronunciado en los NSE A y B (siete puntos) que en los NSE C, D y E (cuatro puntos). Precisamente, la inflación en Lima ha sido 0.37% en enero.
El ICC mide las percepciones de las familias en Lima Metropolitana, pero dado que la inflación a nivel nacional ha superado a la capitalina, es de suponer que los hogares del resto del país enfrentan una mayor preocupación respecto al costo de vida. Y como los peruanos no nos dejamos derrotar fácilmente por las coyunturas desfavorables, los indicadores para los próximos doce meses se mantienen optimistas. Será por eso que según los principales centros comerciales la tendencia de compras ha seguido al alza tal como hubo en diciembre.
La consultora explica que la mayoría de familias considera que el deterioro de su situación económica es pasajero y que el entorno mejorará pronto. ¿Qué tan pronto? Pues imaginamos que no sería en febrero, teniendo en cuenta que este mes se viene la campaña escolar y, según se ha informado, los colegios elevarán sus matrículas, sin mencionar la probable alza de los precios de los útiles, uniformes, transporte y demás costos que los padres deben cubrir.
Otro factor que influenciaría sobre la confianza del consumidor en los próximos meses es el fenómeno de El Niño, que aunque no está siendo tan fuerte como se preveía, podría causar escasez de algunos alimentos básicos, provocando su encarecimiento.