SUNAT. Cuando un peruano piensa en impuestos lo primero que le viene a la mente es la Superintendencia de Administración Tributaria (Sunat), trámites engorrosos y complicados, procesos interminables o quejas que aun siendo lógicas no encuentran solución. Según la última encuesta de Pulso Perú, esta percepción se mantiene. Así un 65% considera que el sistema tributario peruano es complicado, un 55% cree que la Sunat dificulta el pago de impuestos y solo un 25% cree que la labor de dicha entidad es buena.
Estas opiniones pueden tener un nivel de subjetividad, ya que a pesar de que la mayoría reconoce que es importante pagar impuestos, un 34% de los que pagan están buscando la manera de eludir y pagar menos tributos.
Pero esas opiniones también son generadas porque no contamos con un sistema tributario sencillo. Desde inicios de la década de los 90, cuando la Sunat estaba a cargo de Manuel Estela, la simplificación ha sido parte de la agenda de dicha entidad, y si bien se han dado avances en el tema, 25 años después todavía queda mucho trabajo por hacer. Tampoco ayuda que la mayoría de los encuestados sienta que el Gobierno no gasta adecuadamente sus impuestos.
Queda un camino largo por recorrer debido a que la presión tributaria ha caído a los niveles del año 2003, y la recaudación neta de devoluciones del IGV sigue alejándose de la meta de 7.2% planteada por el Gobierno para poder cumplir su promesa de reducir el IGV en un punto. El Gobierno va a tener que aplicar medidas de corto plazo que lo ayuden a mejorar la recaudación, pero tratando de no generar incertidumbre innecesaria.
En el largo plazo se requiere un gran trabajo de educación, las personas no son conscientes de los impuestos que pagan de manera indirecta, por ejemplo, solo un 40% dice pagar IGV, cuando lo cierto es que casi el 100% lo paga al comprar un producto (una prenda de vestir, una golosina, etc.). Además, nadie ha mencionado el pago del Impuesto Selectivo al Consumo cuando la verdad es que el combustible, los licores (vino, cerveza, pisco, etc.), cigarrillos, las gaseosas y algunos vehículos incluyen en su precio de venta el ISC.
Pagar impuestos no despierta pasión, pero si el Gobierno encuentra formas más sencillas de recaudación y crea los mecanismos necesarios para ampliar la base tributaria podríamos remontar la grave caída que hoy ya asoma.