DECRETOS LEGISLATIVOS. Culminados los 90 días de plazo que le otorgó el Congreso para legislar en materia de reactivación económica y formalización, seguridad ciudadana, lucha contra la corrupción, agua y saneamiento y reorganización de Petroperú S.A., el Ejecutivo ha publicado 112 decretos legislativos. Se trata de los primeros pasos en la apuesta del Gobierno.

Una rápida revisión a lo aprobado deja en claro que el Ejecutivo no ha hecho todo lo que quería o todo lo que propuso durante la campaña electoral y en muchos casos ha sido una decisión saludable. En el tema de las mypes, por ejemplo, se planteó crearles un impuesto que reemplazaría al IGV y al IR y cuyo pago sería en función de su facturación, a una tasa de 10% durante 10 años, pero lo único aprobado es una modificación al IR. Asimismo, se ha optado por una rebaja condicionada de un punto del IGV y no por la rebaja directa e inmediata que se había propuesto.
Destrabar los megaproyectos tampoco ha sido tan fácil como lo esperaban, pues no todos los problemas pueden solucionarse a través de una norma, se necesita otro tipo de acciones y en algunos casos modificaciones en los contratos, que toman más tiempo de lo esperado.
En el caso de la lucha contra la corrupción, las normas dadas han sido muy variadas y buscan convertirse en trabas para que esta lacra social no siga expandiéndose. Quizás en el tema que más se ha avanzado es en poner el Estado al servicio del ciudadano, simplificando muchos de los trámites que la mayoría de personas realiza y eliminando los requisitos innecesarios.
Un tema de crítica permanente a los gobiernos es la comunicación, y la actual administración no es la excepción, ha esperado casi hasta el final para difundir los efectos de las normas dadas, lo cual puede convertirse en su talón de Aquiles, pues si bien muchas de las medidas son saludables su impacto se verá recién en el mediano y largo plazo —sobre todo en lo referente a la reactivación económica, siendo poco probable que se pueda cumplir con la meta de crecimiento de 4.8%— en momentos en que las expectativas están puestas en el corto plazo.
Ahora el Ejecutivo deberá hilar fi no con el Congreso, pues ya muchos parlamentarios han malinterpretado su derecho de control y antes de analizar las normas muestran un ánimo de enfrentamiento con el Gobierno. La fiscalización de la población sobre el Parlamento también será importante.