VIOLENCIA. ¿Cuál es el costo de la violencia? Para los peruanos, es de US$ 23,943 millones, según cálculos del Instituto para la Economía y la Paz (IEP, por sus siglas en inglés), un centro de investigaciones internacional enfocado en cuantificar la relación que existe entre los negocios, la prosperidad socioeconómica y las condiciones de vida pacífica. Para entender la magnitud de esa cifra, bastaría mencionar que equivale al total de nuestras exportaciones tradicionales o que quintuplica la inversión extranjera directa que este año llegará al país.
Las estimaciones del IEP incluyen el costo directo e indirecto de la violencia, así como un efecto multiplicador que proyecta el valor de las actividades económicas que pudieron haberse realizado si se hubiesen evitado dichos costos directos. La evaluación de ese impacto profundiza en un conjunto de factores (23 en total) para construir un indicador, el Índice de Paz Global, que este año abarca a 163 países.
Este ranking se publica anualmente desde el 2008 y cuesta creer que no haya tenido resonancia en el Perú, sobre todo teniendo en cuenta lo que evalúa. Es que entre los factores analizados figuran la criminalidad, el temor a la delincuencia, el gasto privado y público en seguridad, la violencia interpersonal, los costos de encarcelamiento, los conflictos internos y hasta los ataques terroristas. Los países más pacíficos son Islandia, Dinamarca y Austria; los menos pacíficos, Siria, Sudán del Sur e Irak.
Más allá de fijarnos en nuestra posición a nivel global –compartimos el puesto 85 con Georgia y Cuba–, tenemos que ver cuánto ha evolucionado nuestro índice de paz. Y con respecto al 2012, hemos empeorado, porque pasamos de 1.995 a 2.057 (a mayor valor, menos paz interna). Estos son algunos factores en los que obtuvimos peor puntaje: homicidios, crímenes violentos, población encarcelada, acceso a armas ligeras, manifestaciones violentas y criminalidad percibida por la población.
Los anteriores gobiernos (y el que ya termina) han sido incapaces de solucionar el problema de la inseguridad, que hoy se ha desbordado. El Gobierno de PPK tendrá que asumir esta responsabilidad y lograr que la violencia no nos cueste tantos millones. Nos merecemos un país en paz.