POLÍTICA TRIBUTARIA. La divulgación de una nueva información sobre empresas offshore, llamada los Paradise Papers, sigue mostrando lo fácil que ha sido para cierto tipo de personas o empresas trabajar en jurisdicciones donde la reserva de la información y la baja o nula imposición tributaria son su razón de ser.

Contar con una empresa offshore no es ilegal per se y por eso mismo se debe tener mucho cuidado, cuando se da a conocer la información, de no sugerir, entre líneas, que estas empresas están cometiendo un delito. La ilegalidad surge si el origen de los fondos utilizados es ilícito y/o si se usan solo para evadir el pago de impuestos. Pero el hecho de que la naturaleza de los paraísos fiscales sea mantener en reserva la información, se presta para que se confunda a quienes los usan por razones lícitas con los que no lo hacen.

Entre las razones lícitas sin duda puede estar la posibilidad de tributar menos o eludir algún tributo, pero en ese caso los que deben mejorar son el Ministerio de Economía y la Administración Tributaria. Primero en sus sistemas de recaudación y supervisión, incluso poniendo en práctica la norma antielusiva que ya existe en nuestra legislación y, en segundo lugar, generando un sistema tributario predecible, donde se limiten al máximo las marchas y contramarchas, las incongruencias y los cambios normativos anuales.

A nivel global, ya se han dado pasos importantes al firmar, hace un par de semanas, un convenio de intercambio de información con la OCDE, lo que permitirá que el Perú y otros 100 países más puedan intercambiar información financiera, así como tributaria sobre ganancias de capital, intereses y regalías, entre otros datos, y así facilitar el combate contra la elusión y evasión fiscal. Es más, la OCDE ha afirmado que dentro de dos años los paraísos fiscales, prácticamente, no existirán porque cada vez más países se suman al convenio que permite cruzar información sobre movimientos de dineros en el mundo.

Pero además de transparentar la información, es importante que los contribuyentes sepan que las malas acciones son sancionadas. Cuando hace poco más de un año se divulgaron los Panama Papers, la Sunat informó que estaban llevando adelante una investigación. Lamentablemente, hasta el momento, poco se sabe del camino que siguió la misma y si se llegó a alguna conclusión. Este nuevo caso no debería seguir el mismo recorrido.