NUEVO DEFENSOR. Finalmente, el Congreso, luego de más de cinco años, designó al cuarto defensor del Pueblo, aunque el proceso para llevar adelante la elección pudo ser mejor. Dada la importancia del cargo, lo adecuado hubiese sido hacer la selección a través de un concurso público y conociendo de antemano las propuestas de los postulantes para dicha institución.
Si bien se trató de suplir estas carencias mediante la presentación que hicieron los candidatos ante el Congreso, Gutiérrez prefirió no asistir, quizás porque tenía la certeza de contar con los votos necesarios para su elección.
Antes de su elección, el ahora nuevo defensor, declaró, durante una entrevista a El Comercio, que era necesario cambiar el enfoque de la Defensoría, pero sin profundizar en qué consistiría. Ayer, luego de la elección, señaló que se enfocará en desarrollar las competencias vinculadas a la eficiencia de los servicios públicos que brindan el Estado y las empresas. Sin embargo, en muchos aspectos, la Defensoría ya se pronuncia en este tema. Habrá que ver ahora el desempeño de un candidato que recién a la tercera vez pudo ser elegido.
Durante sus años de existencia, la Defensoría ha tenido un rol importante. Pese a no ser una institución con opinión vinculante ha logrado conseguir credibilidad. La población confía en su accionar, sobre todo en el interior del país.
Las recomendaciones de la Defensoría han logrado, algunas veces, generar cambios legislativos y acciones concretas. Se ha mantenido alerta sobre los conflictos sociales, ha impulsado la consulta previa y ha mostrado siempre su preocupación por la agenda de grupos vulnerables, como personas con discapacidad, pueblos indígenas, ciudadanos LGTB, entre otros.
Obviamente, como toda institución, requiere mejoras, pero la primera tarea de Gutiérrez será no perder todo lo avanzado, no solo por lo que hace la Defensoría en Lima sino sobre todo en provincias. Además, deberá mantener la libertad de acción de los defensores adjuntos, y contar siempre en estos cargos con funcionarios de carrera.
Es saludable que en sus primeras declaraciones Gutiérrez haya dejado en claro que mantendrá independencia de los poderes políticos. Se tendrá que ver en la práctica si se confirman estas palabras, pues al igual que en el caso de la Contraloría la ciudadanía estará alerta a su desempeño.