REDUCCIÓN DE LA POBREZA. El INEI ha informado que, en el último año, la pobreza se redujo en 1.1 puntos porcentuales con respecto al año anterior, lo que significa que 264,000 peruanos dejaron de ser pobres en el 2016 y la mayor causa de esta reducción no fueron los programas sociales ni las políticas redistributivas del Estado —como sucedió en años anteriores— sino el ingreso por trabajo.
Sin duda, esta podría ser una noticia positiva, sin embargo, debemos tener presente que aún con esta reducción los ingresos de 6.5 millones de peruanos no llegan a los S/ 328 que es el costo de una canasta básica de consumo (por persona). Además, resulta preocupante el porcentaje de peruanos que, sin ser pobres, tienen un alto riesgo de caer en la pobreza (32.9%), es decir, están en situación vulnerable y debido al fenómeno de El Niño esta cifra podría aumentar este año.
Si bien el porcentaje de peruanos considerado no pobre ha aumentado, mientras no se logre un mayor crecimiento económico, pero sobre todo que sea sostenible, será muy difícil conseguir importantes avances en la disminución de la pobreza, que permitan no solo que las personas dejen de ser pobres, sino que dejen de ser vulnerables. Hay que recordar que por cada punto de crecimiento la pobreza se reduce en 0.31%.
El INEI incluye en su comunicado otro enfoque, el de las necesidades básicas insatisfechas (NBI) que, por su naturaleza multidimensional, podría considerarse más completo y que incluye aspectos como carencia de servicios de agua o desagüe, viviendas inadecuadas, hacinamiento, hogares con niños entre 6 y 12 años que no asisten a la escuela, entre otros. Si bien en todos los aspectos se han dado leves mejoras, se requiere un mayor esfuerzo por parte del Gobierno para poder cubrir las brechas.Tal como se comprometieron al inicio del Gobierno, la administración Kuczynski deberá seguir apostando por la mejora en agua y saneamiento, así como en salud y educación, pues son unas de las pocas garantías para que las personas logren la tan ansiada movilidad social.