RETOS. La reunión entre los gobernadores regionales y el Consejo de Ministros (Gore-Ejecutivo) podría marcar un hito en las relaciones entre las máximas autoridades de las llamadas “provincias” y las que despachan desde la capital. Todos los intentos previos de descentralización estuvieron mal diseñados porque se pasó por alto la participación de los representantes departamentales, de modo que es positivo que en esta ocasión se preste atención a sus necesidades y problemas.
El reto del Gobierno es institucionalizar estas reuniones y trabajar para que de ellas surjan iniciativas orientadas a mejorar el desempeño económico del país y elevar la calidad de vida de sus poblaciones. Para lograrlo, se les tiene que otorgar una periodicidad –se ha anunciado una segunda cita para el 8 de noviembre–, evitar posponerlas y cuidarse de convertirlas en los habituales foros en los que se habla mucho y no se concreta nada.
La coyuntura ha permitido que la primera reunión haya tenido resultados auspiciosos. Se obtuvo el respaldo de los gobernadores al pedido de facultades que hará el Ejecutivo, pues entre ellas figuran medidas como la descentralización de ProInversión y la transformación del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP). También se acordó apoyar a los gobiernos subnacionales en la negociación de sus deudas con las AFP y se anunciaron cambios presupuestales a su favor.
Asimismo, merece apoyo la creación de una dirección de apoyo fiscal y calidad de gasto, la cual además de brindar asesoría en diversas áreas establecerá mecanismos de incentivos a los gobiernos subnacionales para promover la administración, recaudo y fiscalización de sus ingresos propios. Otra propuesta a destacar es el adelanto de las transferencias a favor de los gobiernos regionales y locales al mes de marzo, y permitir que la reasignación presupuestaría no requiera un informe previo del MEF.
Sin embargo, el control será otro gran reto. Sería un error relajar las instancias de fiscalización, ya que la experiencia al respecto ha sido nefasta, pero sí es necesario hacerlas más eficaces y rápidas. El Ejecutivo debe evitar prometer lo que no podrá cumplir y demostrar en los hechos que se preocupa por el desarrollo regional.