INTERCAMBIO. Hace poco, Gestión, junto con el PAD -Escuela de Dirección de la Universidad de Piura-, organizaron una mesa redonda con el fin de entender la situación de los productos pesqueros destinados al consumo humano directo (CHD) pero, sobre todo, con el objetivo de concretar propuestas para realizar el potencial de esta industria y sus beneficios en nuestro país. En el diálogo participaron diversos ejecutivos y representantes del sector privado y funcionarios del sector público. El resultado fue un intercambio de ideas, propuestas y retroalimentación que comprueba que ambos sectores son capaces de trabajar de la mano con un mismo objetivo. Y es que el valor nutricional de algunos pescados puede ser clave para la seguridad alimentaria de muchos peruanos.
Uno de los caminos ensayados durante la reunión fue el desarrollo de la acuicultura. En ese sentido, el Gobierno anunció que está elaborando un programa de innovación de la cadena productiva y que espera sacar cuanto antes la Ley de Promoción y Desarrollo de la Acuicultura. Además, a través del Plan Nacional de Desarrollo Acuícola, el Gobierno se ha comprometido a implementar diversas estrategias con el fin de promover la actividad en el país.
También se mencionó la necesidad de mejorar la calidad del pescado –particularmente la anchoveta – que llega al plato de los consumidores. En muchas ocasiones, este suele llegar en condiciones no óptimas, lo que genera un tipo de aversión y desincentiva su consumo. Asimismo, el sector privado debe trabajar en conjunto con el Estado para crear presentaciones y formatos que apelen a los mercados a los cuales están destinados, al igual que crear un sello de calidad.
Una alternativa interesante es la producción de galletas que conllevan el concentrado calórico del pescado pero que son ofrecidas en sabores más atractivos -fresa, naranja, etcétera-. Este producto ya viene siendo desarrollado por uno de los participantes en el encuentro y está disponible por tan solo S/. 0.60.
En fin, ideas y propuestas existen. Como sospechábamos, cuando el sector privado y el sector público se sientan a dialogar, los beneficiados somos todos, incluyéndolos a ellos.