EXPECTATIVA. El 30 de marzo, el presidente Ollanta Humala firmó el decreto supremo que elevaba la remuneración mínima vital (RMV) de S/ 750 a S/ 850 y la lluvia de críticas no se hizo esperar. Algunas se centraron en la falta de sustento técnico de la medida; otras, en lo inoportuno de la misma, pues un Gobierno de salida no puede alterar los planes de las empresas con decisiones de este tipo.
También hubo quienes presagiaron un incremento de la informalidad laboral. Si bien hay que esperar las cifras de mayo –la nueva RMV rige desde este mes– para constatar si los malos augurios eran correctos, lo que se registró en el periodo febrero-abril fue un aumento del empleo de 3.2% en Lima Metropolitana, con respecto al mismo periodo del año pasado, tasa que equivale a 150,500 nuevos puestos de trabajo. Se trata, además, de la tasa más elevada de los últimos 35 meses.
“Otra actividad con resultados laborales negativos fue comercio, que redujo su planilla en 2.4%”.
Los datos corresponden al INEI, aunque la entidad no informó si durante abril, cuando ya se sabía que las planillas se encarecerían, las empresas dejaron de contratar personal. Sin embargo, una decisión de ese tipo habría sido económicamente ineficiente si existió la necesidad de elevar la producción o la prestación de servicios. Otro indicador revelador es el empleo adecuado, que aumentó 6.5%, en especial entre quienes poseen educación universitaria y en el sector servicios, mientras que el subempleo se contrajo 2.5%.
Como era de esperarse, las malas noticias corresponden al empleo industrial, que se redujo 1.2%, en línea con los magros resultados que está arrojando la producción de este sector. Otra actividad con resultados laborales negativos fue comercio, que redujo su planilla en 2.4%, cifra que no debería ser tan sorpresiva si tenemos en cuenta la desaceleración que está mostrando su PBI.
En suma, la contratación de personal ha estado siguiendo un comportamiento similar al de la producción y el alza de la RMV no tendrá efectos devastadores sobre las estrategias empresariales. Una medida que sí podría tenerlos es un proyecto de directiva que otorgaría a los inspectores de Sunafil la potestad de considerar “desnaturalizados” los contratos a plazo fijo. El Gobierno parece no entender que la idea es flexibilizar el mercado laboral y no hacerlo más rígido.
