Reforma de Transporte. El sábado último, la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) publicó la Ordenanza 1876, que crea un nuevo sistema de rutas para el transporte público en la capital, pero además derogó los anexos I y II de la Ordenanza 1613 –la que creó el Sistema Integrado de Transporte (SIT)–, que contenían el Plan Regulador de Rutas, entre las que figuraban los cinco corredores complementarios.

De estos, se encuentran operativos los corredores Tacna-Garcilaso-Arequipa, aunque los usuarios se quejan por la inadecuada cantidad de buses –lo que ha generado la proliferación de colectivos piratas–, y Javier Prado-La Marina-Faucett, que compite con buses de otras líneas, pues la administración de Susana Villarán no terminó de implementarlo. Los funcionarios de la MML han asegurado que el proyecto de los corredores complementarios no se detendrá, sino que se mejorará su diseño. Habrá que estar atentos.

La contrarreforma de Castañeda no se aplicará de inmediato, habrá que esperar un año para que se otorguen licencias (por tres años) para las
322 rutas urbanas, 77 periféricas y quince en zonas no atendidas.
Además, se optó por dejar de lado las concesiones, lo que significa que las empresas ya no competirán en licitaciones, sino que deberán presentar estudios de embarque y desembarque de pasajeros para los tramos que deseen atender.

¿Cómo funcionará este sistema? Todavía no está claro y las preguntas al respecto continúan acumulándose. Además, la Gerencia de Transporte Urbano de la MML tiene pendiente la publicación de las fichas técnicas de las 414 rutas en su website. Quizá cuando lo haga podrán despejarse algunas dudas, aunque desde ya debemos exigir la mayor transparencia cuando las licencias comiencen a ser adjudicadas.

Si bien la reforma que inició Villarán mostraba errores, retroceder al pasado como al parecer pretende hacer la administración de Castañeda no es la salida, más aún cuando el Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha anunciado la creación de una autoridad de transporte urbano única, una buena noticia, pues el problema del transporte en Lima resuelto unilateralmente no es la mejor solución.