Editorial: Ciudades ordenadas

“La planificación urbana no puede supeditarse a la demarcación territorial”.

DESARROLLO URBANO. En abril, advertimos sobre la ausencia de la planificación urbana como tema de debate de la campaña electoral. Justamente, el Gobierno acaba de anunciar un programa que tendrá como objetivo formular planes de desarrollo urbano para 40 ciudades. Esta iniciativa podría ser el punto de partida para que nuestras ciudades crezcan de manera ordenada y organizada.

El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) actuará como facilitador –brindará apoyo técnico y financiamiento–, pero serán los municipios los encargados de elaborar y poner en ejecución sus respectivos planes urbanos. En noviembre, se firmarán los primeros 19 convenios.

Dado que todavía no se conocen detalles, es importante saber si el desarrollo urbano que se busca impulsar abarcará las áreas metropolitanas, pues las principales urbes del país están conformadas por más de un distrito. En ese sentido, si se pretende suscribir convenios con municipios distritales, se estaría cometiendo un error.

Es que uno de los factores que explican el caótico crecimiento urbano del país es la forma desarticulada en que trabajan los gobiernos locales. No existen distritos integrados, sino pequeñas urbes que son administradas como si fuesen ciudades-estado, al estilo de la Grecia clásica, pues aparte de creerse independientes, también suelen enfrascarse en líos limítrofes.

Y los alcaldes provinciales tampoco colaboran, pues piensan que solo tienen responsabilidad de su propio distrito (el “cercado”). Este problema se magnifica en Lima, tanto debido a su exagerado número de distritos como al escaso compromiso de las autoridades metropolitanas por asumir responsabilidades. Por ello, la gran tarea del MVCS será cambiar esa mentalidad y hacer entender a los alcaldes provinciales que su trabajo incluye articular al resto de distritos que conforman su ciudad y que la planificación urbana no puede supeditarse a la demarcación territorial.

Otro desafío será profundizar la planificación, que actualmente se limita a la zonificación y la habilitación urbana, pues una ciudad moderna también tiene que tener pensados aspectos como el control del tránsito y la ubicación de servicios como centros de salud, mercados, Policía, bomberos, así como el tratamiento de la basura y aguas residuales.

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