ENTRAMPAMIENTO POLÍTICO. Por unas horas el Perú dejó de lado sus diferencias. La clasificación al mundial de Rusia consiguió la unidad nacional bajo una misma meta, pero quienes esperan que estos buenos aires se trasladen y permanezcan en el ámbito político, logrando que Gobierno y oposición limen asperezas, pueden pecar de ingenuos, pues en el casi año y medio de Gobierno se han dado otras oportunidades y la crispación política siempre ha sido superior.

De parte del Ejecutivo los errores no han sido pocos, muchos se deben a la falta de experiencia política para poder asumir los retos que implica ser gobierno, otros son consecuencia de contar con tecnócratas que están poco conectados con la realidad o, lo que es peor, les cuesta reconocer errores y enmendar rumbos. A lo anterior hay que añadir la falta de coordinación con la bancada oficialista. También existe falta de visión para evitar enfrentamientos innecesarios, pues en algunos momentos de calma ha sido el Ejecutivo o el propio presidente, el que con sus declaraciones retomó la tensión.

Si bien más de un problema que enfrenta el Gobierno depende únicamente de su accionar y no de Fuerza Popular, lo cierto es que el comportamiento de la bancada mayoritaria en el Congreso ha generado que la percepción sea diferente. Así, la denuncia constitucional contra el fiscal Pablo Sánchez (con la que estamos en desacuerdo), la denuncia contra el ministro Basombrío (que finalmente no prosperó), las denuncias sin mayor sustento, ante la Comisión de Ética, de algunos congresistas (como el caso de Huilca y Glave por un hashtag), o la aprobación de proyectos que afectan la estabilidad económica (solo por mencionar los últimos casos) han generado —según Pulso Perú— que un 63% considere que la bancada fujimorista no es una oposición constructiva, sino que únicamente busca obstruir al Gobierno.

Esta polarización política, a pesar de lo que opinen algunos sectores empresariales, afecta el crecimiento del país. No por nada la última edición de la CADE que se realizará a fin de mes tendrá como tema eje “no más cuerdas separadas”.

Insistir en el diálogo entre Gobierno y oposición resulta iluso; pero, tal como ha sucedido en el fútbol, si ambas fuerzas políticas desean lograr resultados tienen que cambiar de estrategia. De seguir por el mismo camino, Pedro Pablo Kuczynski tendrá sobresaltos hasta el final de su mandato mientras que Fuerza Popular corre el riesgo de perder nuevamente las elecciones en el 2021.