Sin caño. En los últimos años la falta de agua ha estado presente en las campañas electorales y luego en los gobiernos a través de programas especiales que, lamentablemente, no han logrado solucionar el tema en su totalidad.

Esta campaña electoral no es la excepción, y si bien esta grave situación es advertida por casi todos los candidatos presidenciales, solo 17 de los 19 postulantes incluyen específicamente el tema en sus planes de gobierno. Sin embargo, varios de ellos le dedican apenas un par de líneas con algún enunciado esperanzador que plantea: “incrementar el servicio de agua y desagüe”, “fomentar asociaciones público – comunitarias”, “la entrega de kits para la construcción de baños y lavanderías”, o “manejo de cuencas”, pero sin una clara explicación de cómo piensan lograr las metas planteadas.
De los planes presentados, es el de Pedro Pablo Kuczynski el que más páginas le dedica al tema con detalle sobre el apoyo que deben recibir las EPS para hacer mejor su labor, el esfuerzo por simplificar el otorgamiento de la viabilidad a estudios de preinversión de proyectos de agua y saneamiento y la necesidad de subsidios focalizados en la demanda de zonas periurbanas (tarifas subsidiadas) y subsidios centrados en la oferta de zonas rurales (infraestructura rural subsidiada).

Alan García es otro de los candidatos que mayor espacio le da a esta problemática, planteando la creación de un fondo de inversiones para financiar US$ 18,500 millones en obras de agua y alcantarillado, implementar la gestión integrada a nivel de cuencas, fortalecer a la Autoridad Nacional del Agua y apoyar a los municipios.

Keiko Fujimori y César Acuña , si bien plantean el problema (la primera le dedica 187 palabras), le dan muy poco espacio al desarrollo de cómo solucionarlo (apenas 33 palabras) y solo hablan de impulsar la obra pública o utilizar tecnologías modernas.

Es lamentable que la mayoría de los candidatos no haya afinado sus propuestas a pesar de la gran importancia de este tópico para la población.